Embutida en un espectacular y hermoso vestido negro y rojo, la recién coronada reina admitía que "sin la ayuda y el trabajo de todos mis compañeros de la asociación esto no hubiese sido posible y por eso quiero dedicarles este premio". Sara también quiso animar a todas las toledanas a presentarse algún año como candidatas "porque es muy bonito".

'El caballero de la mano en el pecho'

Finalmente, la reina también quiso "animar a todos los ciudadanos a salir estos días a las calle a celebrar las fiestas y, por supuesto, a que se disfracen, porque el Carnaval es el único momento del año en que podemos ser realmente nosotros mismos". Pero no todos acabaron contentos con el fallo del jurado, entre otras cosas, porque éste no lo tuvo nada fácil. El nivel fue realmente alto.

Desde banderas españolas a castillos, pasando por arañas y flores, la temática de las candidatas fue muy variada. El desfile de cada una de las ocho aspirantes se convirtió en un auténtico espectáculo de música, luz, sonido y gritos de un público totalmente entregado. Fue Marta Maeso, de la asociación de vecinos 'La Cornisa', elegida Primera Dama de Honor por su traje 'El jardín del Edén'.

El título de Segunda Dama de Honor recayó sobre Estefanía Alejo, de la asociación de mujeres Melibea, por su disfraz 'Aracnaval'. Vistosidad y colorido fueron las notas dominantes de los vestidos y también del desfile, aunque la fiesta ya había empezado minutos antes, concretamente cuando salió al escenario Pablo Carbonell, el pregonero de este año.

Mostrando su peculiar humor, el polifacético Carbonell, caracterizado como 'El caballero de la mano en el pecho' (un famoso cuadro del pintor El Greco) obsequió durante su pregón a los asistentes con múltiples referencias y guiños a la ciudad de Toledo, invitando a la gente a disfrazarse "porque el disfraz es el hermano golfo del traje, y el carnaval es una fiesta que nos iguala a todos".