Toda una vida de reivindicación vecinal

Aún recuerda la visita del Príncipe Felipe al IES Polígono Sur. Aquel día le entregó una carta explicándole todos los problemas del barrio. Sólo tuvo que esperar unos días para recibir respuesta de la Casa Real.
El Príncipe le dijo que había hablado con las administraciones para pedirles que trabajaran de forma decidida en la solución de esos problemas.
 
Todo empezó 26 años antes, cuando Rafael tuvo que dejar su casa del Pumarejo, el barrio donde había nacido, porque amenazaba ruina. «Me mandaron a La Corchuela, a 14 km de Sevilla. Allí vivíamos cientos de familias en 23 m2, sin servicios sanitarios y sin las condiciones más elementales».
 
Lucharon por mejorar. Y lo consiguieron. En 1977 les ofrecen una vivienda en el Polígono Sur, en la barriada Murillo. Pero Rafael piensa que es necesario seguir en la pelea y solicita que su casa esté en la zona más conflictiva, en Martínez Montañés. «Lo hice por pura inercia, porque pensaba que era posible cambiar la situación».
 
Fundó la asociación de vecinos y pasó a convertirse en uno de los residentes más respetados del Polígono. «Conozco a todo el mundo y el principal problema de muchas familias es la falta de trabajo. De ahí nace lo demás. Muchos me cuentan que cuando van a buscarlo, el mero hecho de vivir en esta zona se convierte en un obstáculo casi insalvable». Su reto, «que las familias no tengan que irse por la falta de un futuro mejor».
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