Como cada año, el último fin de semana de enero los burgaleses celebran la fiesta de su patrón:
San Lesmes. Además del reparto de panecillos típicos a los que acuden gran cantidad de burgaleses, San Lesmes es previamente homenajeado en la Iglesia que lleva su nombre, en la Plaza San Juan.
Gigantillos, dulzaineros, danzantes, peñas de la ciudad y grupos folclóricos llenan la iglesia de San Lesmes en la que también se encuentran la corporación municipal de la ciudad. En el mismo acto religioso el alcalde,
Juan Carlos Aparicio, ofrecerá un cirio y los tradicionales panecillos a San Lesmes. La fiesta continuará en la plaza de San Juan donde bailarán los gigantillos y los danzantes, acompañados de grupos de folclore de Burgos.
El próximo domingo el público asistente podrá
disfrutar y degustar el chorizo, la morcilla y el vino típico de la tierra, en un día en el que además existen más actos para continuar la fiesta. Durante los próximos días conciertos, exposiciones y manifestaciones culturales y deportivas se sucederán para conmemorar un día especial en el calendario burgalés.
Un poco de historia
Burgos y San Lesmes están estrechamente relacionados ya que, desde sus inicios, el monje nacido en Loudun (Francia) ayudaba a los peregrinos a realizar la ruta jacobea que discurre por las calles de la ciudad. Además fundó el monasterio benedictino de San Juan Evangelista y destacó por sus construcciones arquitectónicas, entre muchas otras actividades.
Murió en Burgos el 30 de enero de 1097 y desde entonces el templo de San Juan cambió su titularidad por la de San Lesmes y la ciudad lo invocó como patrono.
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