Así lo han asegurado en un comunicado desde la Asociación 'El Defensor del Paciente', cuyos servicios jurídicos han tramitado este caso, que se remonta a diciembre de 2013, cuando a una mujer de 40 años en ese momento, residente en Almería y que estaba embaraza de gemelos, se le detectó que uno de los bebés sufría malformaciones incompatibles con la vida.

Por el servicio de ginecología de un hospital de Almería se le sugirió proceder a una fetolisis selectiva, técnica que consiste en introducir en el abdomen de la madre una aguja larga, fina y hueca, y alcanzar el corazón del feto malformado para inyectarle cloruro de potasio y provocar su muerte.

Así, fue derivada desde la sanidad pública a una clínica de Málaga concertada para la práctica de la mencionada técnica abortiva, donde un ginecólogo, tras más de dos horas de intervención, no pudo consumar la fetolisis, "indicando la alta imposibilidad de realizarla por riesgo de dañar el feto sano", han indicado desde el colectivo.

"Al volver al hospital de Almería se pudo constatar, no sin sorpresa, que la gestante presentaba en su abdomen más de diez punciones y un importante hematoma", han señalado, apuntando que unos días después "se comprobó con desolación, por medio de ecografía y monitorización, que el bebé sano había fallecido".

Por estos hechos, los padres se dirigieron a la Asociación 'El Defensor del Paciente', que a través de los letrados del despacho de Ignacio Martínez Abogados interpusieron una demanda con el fin de obtener una sentencia que reconociera que "la muerte del feto no malformado se debió a la negligente ejecución de la fetolisis por el referido ginecólogo de la clínica de Málaga".

Ahora, la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 8 de Málaga, de fecha de 11 de junio, considera que la fetolisis "se llevó a cabo mediando mala praxis y que el bebé sano falleció a consecuencia de las punciones excesivas realizadas por el ginecólogo", han manifestado desde el colectivo en el comunicado.

En consecuencia, la sentencia condena a la aseguradora de la clínica a que indemnice a los padres por la muerte del bebé y daños psicofísicos que presentan en la cantidad global de 58.685 Euros, más los intereses, "lo que eleva el monto indemnizatorio al importe de 70.000 euros aproximadamente".