Más de 3.300 zaragozanos calientan sus casas con cáscaras de almendra y huesos de aceituna. El número de calderas de biomasa en la ciudad se ha duplicado en los últimos cinco años y ya son 37 las comunidades de vecinos, con más de 1.100 viviendas, que utilizan esta energía renovable.

Los expertos señalan que este sistema es más sostenible y económico que la energía tradicional. Así, las 37 calderas de biomasa de la ciudad contrarrestan las emisiones de CO2 que producen al circular 2.000 vehículos, según Jesús Crespo, de la empresa Bio Ebro, la única que suministra las calderas de biomasa y su combustible en Aragón.

Además, las calderas consumen menos y los vecinos ahorran hasta un 70% en sus facturas. La cuota máxima por diez horas de calefacción al día con biomasa es de unos 30 euros al mes, frente a los 100 que llegan a pagar los inquilinos de comunidades con calefacción de gasoil.

Promoción de las energías renovables

El Gobierno de Aragón subvenciona, con hasta el 50% del presupuesto, la instalación de energías renovables como las calderas de biomasa. La instalación sólo se hace en comunidades con calefacción central y cada vecino tiene que pagar entre 1.000 y 1.500 euros.

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