La falda escolar obligatoria, contraria al espíritu de la ley

Al menos 400.000 niñas de toda España la deben llevar por norma como parte del uniforme, en contra del principio de igualdad incluido en la LOE.
Le gustaría poder llevar pantalón, pues «en invierno a veces hace frío y el pantalón también es más cómodo para jugar, porque si no  se te ven las bragas». (Jorge París)
Le gustaría poder llevar pantalón, pues «en invierno a veces hace frío y el pantalón también es más cómodo para jugar, porque si no  se te ven las bragas». (Jorge París)
Le gustaría poder llevar pantalón, pues «en invierno a veces hace frío y el pantalón también es más cómodo para jugar, porque si no  se te ven las bragas». (Jorge París)

La falda, la prenda más usada por los centros escolares que obligan a llevar uniforme, es un elemento que va en contra de uno de los principios básicos de la ley educativa. Entre los principios incluidos en su artículo 1, la Ley Orgánica de Educación cita: «El desarrollo de la igualdad de derechos y oportunidades y el fomento de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres».

Sin embargo, los datos recogidos por 20 minutos en sus diferentes ediciones revelan que al 70% de los niños que estudian en los centros concertados con uniforme obligatorio les enseñan que hombres y mujeres son diferentes: las chicas deben llevar falda y los chavales, pantalones. En Madrid son 240.000 las niñas afectadas, 85.000 en Alicante y 10.000 sólo en Barcelona ciudad. En toda España, la cifra no baja de 400.000 pequeñas obligadas a vestir falda sólo.

Esta costumbre, contraria al espíritu de la ley, también es mayoritaria en los colegios privados, aunque «los consejos escolares de los centros, en el que se integran los padres, son los que deciden cómo debe ser el uniforme», recuerdan desde el Ministerio de Educación.

Diferencia de género

En los concertados pasa igual. «Los padres son informados sobre el uniforme al matricular a sus hijos», recuerda Encarna Salvador, secretaria general de la confederación de asociaciones de padres Ceapa. Sin embargo, «la falda marca una diferencia de género, en contra de la coeducación marcada por la LOE», matiza.

Para el secretario de Movimientos Sociales del PSOE, Pedro Zerolo, el uniforme fomenta la igualdad, «aunque en lugar de la falda, sería mejor una prenda unisex». IU cree que la falda «va contra de la igualdad de sexos».

Cuándo se puede impugnar

Uno de los supuestos en los que se podría impugnar la obligación de llevar falda se da en la educación pública, donde los padres podría recurrir al consejo escolar, al inspector de educación o a la consejería autonómica correspondiente. «Con que un solo padre impugnara la decisión, ésta carecería de validez», recuerdan desde Ceapa. También se podría actuar en los centros concertados donde se implantara o cambiaran las prendas del uniforme después de matricular al niño.

ELLA QUIERE PODER ELEGIR LO QUE SE PONE

IRENE. 11 AÑOS: «con la falda a veces paso frío»

Toñi, de 44 años y madre  de dos hijas, de 11 y 18, Irene  y Laura, siempre tuvo clara su apuesta por el uniforme. Para ella, todo son ventajas. «Evita las distinciones clasistas y las envidias y peleas de algunas niñas por el tema de las marcas, muy frecuente en algunas edades». Además, es una forma de «ahorrar dinero  y preocupaciones a la hora de decidir qué se ponen cada mañana». Pese a ello, las niñas incumplen a menudo la regla del colegio de que la falda llegue por debajo de la rodilla doblándosela por la cintura.

Para Irene, que lleva seis años vistiendo uniforme, éste no supone ningún problema, pues ya está acostumbrada. Sin embargo, le gustaría poder llevar pantalón, pues «en invierno a veces hace frío y el pantalón también es más cómodo para jugar, porque si no  se te ven las bragas». Considera injusto que los chicos puedan usar pantalones «cortos o largos según sea verano  o invierno», mientras que las chicas sólo tienen la opción de la falda.

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