¡Aturem la subasta! ¡No nos mires, únete! Estas son las proclamas que han gritado a viva voz, en los interiores de la sede del Departamento de la Vicepresidencia y de Economía y Hacienda, más de un centenar de miembros de colectivos contra la subasta de 47 inmuebles anunciada por la Generalitat de Catalunya para el próximo 5 de julio.

Por ello, los manifestantes han reclamado hablar con el vicepresidente y conceller de Economía, Pere Aragonés, para detener esta decisión. Sin embargo, desde la entidad han indicado que "no esta".

No obstante, Aragonés declaró al respecto el pasado jueves que la Generalitat "no destinará a vivienda social edificios que no cumplen la normativa" para ser destinados a vivienda. Explicó que la mayoría de estos edificios "no reúnen las condiciones para concederles la cédula de habitabilidad" y por tanto no se pueden destinar a vivienda social porque "no son habitables".

Por su parte, mientras continuaban las proclamas en el interior de la consellería, en los exteriores la portavoz de Aturem la Subasta, Bárbara Roch, ha denunciado: "Nos están dejando sin casa, nos están expulsando de los barrios, nos están expulsando de la ciudad".

"Debemos convertir el derecho habitacional en algo tan importante que todas las normas estén alrededor de aquel derecho", ha añadido Lourdes García, también portavoz de la campaña.

500x20, Fem Sant Antoni, Grup d'Habitatge de Sants, Observatori d'Habitatge i Turisme del Clot, Oficina d'Habitatge Popular de Gracia, Resistim al Gòtic, Sindicat de Barri del Poble Sec y el Sindicat de Llogaters son los colectivos que participan en la manifestación.

Los inmuebles en mención proceden de herencias intestadas de Barcelona y de otras ciudades de Cataluña, de los que Roch ha referido que "lo que exigimos es que esas viviendas intestadas que obtiene la Generalitat sean vivienda social y no las vendan a fondos buitres y a fondos de inversión. Tenemos una gran necesidad de vivienda social. No nomás en Barcelona, sino en toda Cataluña.