Según ha informado el cuerpo en un comunicado, las prendas falsificadas intervenidas iban a ser distribuidas en bazares, vendedoresconocidos como 'manteros' y en mercadillos ambulantes, y estaban almacenadas con otros productos con distintivos y marcas protegidas por derechos contra la propiedad industrial.

Las investigaciones se desarrollaron para prevenir los delitos contra la propiedad industrial, con el objetivo marcado por los agentes deidentificar las diferentes naves industriales donde se pudieran estarguardando prendas falsificadas, para lo cual se organizaron variosdispositivos de vigilancia discreta en torno a varios polígonosindustriales de la capital hispalense.

Tras las diversas diligencias policiales, se detectó la existencia de una nave ubicada en el polígono Aeropuerto, donde se almacenaban prendasque a priori podrían ser falsificadas, para su posterior venta a bazares, vendedores ambulantes y a los conocidos como "manteros".

De este modo, se inició un dispositivo policial en torno a este centro logístico al comprobarse que se estaban vendiendo presuntamente -para su posterior venta al por menor- artículos que imitaban los diseños de la ropa deportiva utilizada por la selección de fútbol de España que copiaban el escudo declarado en el Registro de Patentes y Marcas, lo que permitió el pasado 13 de junio que los agentes inspeccionaran la nave y se incautaran de todos los productos de origen ilícito.

Tras la intervención, los agentes identificaron al encargado del establecimiento, continuándose las gestiones de investigación hasta el total esclarecimiento de los hechos.

Estas operaciones policiales, realizadas por el Grupo de DelitosTecnológicos y Contra la Propiedad Industrial e Intelectual de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla, "repercuten positivamente, tanto en la actividad comercial de las empresas titulares de los derechos vulnerados, como en el consumidor final, así como en la Hacienda Pública", ha señalado la Policía.

En este sentido, el Ministerio del Interior ha hecho hincapié en que "estos delitos contra la propiedad industrial ocasionan un gran perjuicio a la economía y al empleo, tanto de los países donde se produce la fabricación de los productos originales, como la de aquellos países donde se realizan la venta de los productos falsificados, ya que sus autores se benefician del conocimiento que tienen los consumidores de las marcas o productos patentados para copiarlos y venderlos a menor precio, sin realizar ningún gasto en el diseño y publicidad de los referidos productos, ni garantizar la calidad de los mismos, lo que ocasiona cuantiosas pérdidas en diversos ámbitos".