Hasta enero, este tipo de cirugía mayor ambulatoria (muy importante para reducir las largas listas de espera) utilizaba dos habitaciones habilitadas con los medios suficientes. Sin embargo, a principio de año, los pre y posoperatorios fueron trasladados a la sala del despertar. Y todo ello, sin aumentar la plantilla de enfermería, que ahora tiene que dividir sus funciones entre quienes salen de quirófano y los pacientes citados para cataratas y biopsias de próstata. «La carga de trabajo es tal, que a veces hay que bajar el listón», explicaron fuentes hospitalarias.

Al exceso de enfermos (la sala está preparada con nueve monitores y ha llegado a tener picos de 14 pacientes) se une el hecho de que muchos de ellos son personas mayores que «requieren una atención especial».

«El problema se solucionaría si existiera una unidad de cirugía mayor ambulatoria con un espacio y una plantilla de médicos y enfermeras específica», argumentaron las mismas fuentes.

Conflicto sanitario o conflicto total

El paro convocado por los médicos y enfermeros podría ampliarse también a todos los funcionarios de la DGA. Los sindicatos UGT, CC OO y CSI-CSIF, que representan al 85% de los funcionarios aragoneses, aseguraron ayer que ellos también se movilizarán si el Gobierno de Aragón no instaura de nuevo la mesa de la Función Pública y deja de mantener conversaciones con el Sindicato de Médicos. Los funcionarios ya han anunciado que se manifestarán el 17 de febrero ante el edificio Pignatelli.