De acuerdo al relato policial, los agentes patrullaban a las 00.50 horas del pasado domingo por la avenida Castilla cuando observaron que el conductor de un autobús urbano les daba las luces del vehículo

reiteradamente reclamando su atención.

El conductor manifestó que uno de los usuarios había comenzado a alterar el orden dentro del vehículo, insultando a algunos de los presentes y golpeando el techo del autobús.

Además, había arrancado el martillo de emergencia de su lugar de seguridad y había fracturado la luna de una ventanilla, valorada en más de 900 euros.

Los policías identificaron al responsable de los desperfectos que admitió ser el autor de estos hechos, estar en estado ebrio y haberlo hecho "por hacer la gracia". Fue arrestado por un delito de daños intencionados.