El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha advertido de que "no va haber impunidad, ni beneficio alguno" para ETA, tan "solo la aplicación de la Ley", durante su intervención en el homenaje a los guardias civiles y sus familiares víctimas de atentados terroristas con motivo del 50º aniversario del asesinato del agente de la Guardia Civil José Antonio Pardines, primera víctima mortal de la banda terrorista, en la comandancia de la Guardia Civil de Gipuzkoa en San Sebastián.

Zoido ha presidido en el patio de armas de la comandancia en el barrio donostiarra de Intxaurrondo, donde viven 2.200 guardia civiles y sus familias, el acto de inauguración de un monolito y un pebetero en memoria de los 161 Guardia Civiles asesinados por ETA en Euskadi, cien de ellos en Gipuzkoa, así como a los 17 familiares de este Cuerpo asesinados por la banda terrorista.

Además, se ha impuesto la Cruz de Oro del Mérito de la Guardia Civil, en su modalidad de Corbata, a la Bandera de la Zona de la Guardia Civil en el País Vasco. Esta condecoración ha sido concedida por la memoria de los guardias civiles asesinados.

El acto ha contado con presencia de la policía francesa, la Ertzaintza, autoridades militares, autoridades civiles y religiosas encabezadas por el obispo donostiarra, José Ignacio Munilla, así como del delegado del Gobierno central, Javier de Andrés, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, el director general de la Guardia Civil, José Manuel Holgado, y el general jefe de la zona del País Vasco de la Guardia Civil, Félix Blazquez, así como Fermín Garcés, camionero que se enfrentó al asesino de Pardines y que renunció a la recompensa ofrecida a cambio de ingresar en la Benemérita.

En su intervención ha recordado que el atentado contra Pardines "cambió para siempre la historia del País Vasco y de España", iniciando "una espiral de crímenes terroristas que medio siglo después arroja un saldo trágico de más 850 víctimas de ETA asesinadas y más de 7.000 víctimas sin contar a los amenazados, exiliados, extorsionados y damnificados económicamente".

Zoido ha destacado que ETA "ha reconocido su derrota pero no ha pedido perdón" por asesinatos como el de Pardines, el 7 de junio de 1968 en la localidad guipuzcoana de Aduna "por cumplir con su deber", a lo que ha añadido que la banda terrorista "no ha conseguido ninguno de sus objetivos y sigue con sus manos manchadas de sangre inocente".

En este contexto, ha advertido de que "sus inútiles actos de propaganda no nos van a confundir, por mucho que se esfuercen y quienes les apoyen en vano", porque es "imposible blanquear una historia que empezó con el asesinato cruel de un joven Guardia Civil por la espalda y siguió con muchas muertes más, entre ellas de mujeres y niños".

El ministro ha asegurado que "pagarán por todo lo que hicieron, los crímenes seguirán siendo investigados y los culpables perseguidos y detenidos", porque "se lo debemos a las víctimas". Además, ha subrayado que "la memoria y la construcción del verdadero relato de lo sucedido es una tarea imprescindible", puesto que "no podemos olvidar tantos años de lucha contra ETA sin profundizar en su injusticia".

"Debemos señalar la crueldad de sus responsables, destacar el doloroso silencio de los indiferentes y estar siempre al lado de las víctimas, pues solo así triunfará la verdad y podremos evitar que nada parecido pueda repetirse", ha incidido.

"EPISODIOS DE ODIO"

Por otro lado, ha lamentado que en el País Vasco, donde las Comandancias de la Guardia Civil han sido "golpeadas con especial violencia por ETA", aún en la actualidad "vivimos episodios de odio que son intolerables" contra los guardias civiles y sus familias.

En este sentido, ha sostenido que hay que estar "siempre al lado de las víctimas, para garantizar su memoria, verdad, dignidad y justicia, porque incluso hoy con ETA derrotada por el sacrificio y esfuerzo de toda la sociedad hay quien pretende tratar a los asesinos como soldados y no como crueles verdugos y no podemos, ni vamos a consentirlo". "Vamos a seguir haciendo todo lo posible por impedirlo", ha incidido.

Al respecto, Blázquez ha lamentado que "estamos muy lejos de la normalización", ya que la "animadversión de una minoría sigue en algunos municipios". Además, ha señalado que el dolor causado por ETA todavía "sigue estando presente en la memoria" de sus víctimas y de toda la sociedad y ha calificado de "inmoral" que desde "algunos sectores se hagan diferencias entre víctimas de primera y de segunda clase", cuando la única diferencia posible "es entre víctimas y asesinos".

Por ello, ha agradecido a las asociaciones de víctimas del terrorismo que construyan "el relato veraz de lo ocurrido" con una ETA "que ya es pasado".

Además, ha recordado que en el País Vasco se han contabilizado 446 atentados de ETA en los que han fallecido 161 Guardia Civiles y han resultado heridos 251, a lo que ha añadido que este Cuerpo ha detenido a 2.150 personas en la comunidad autónoma y ha desarticulado 320 comandos terroristas en operaciones policiales contra la banda terrorista.

Por último ha citado como "prioridad" de la Guardia Civil en el País Vasco esclarecer los delitos terroristas pendientes y "la reparación" a las víctimas, así como trabajar en la "coordinación efectiva" con la Ertzaintza.