En la actualidad sólo 20 coches de la flota de taxis cuentan con esta medida preventiva debido a que las ayudas económicas que ha facilitado la Junta de Andalucía, de 200 euros por mampara, han tardado demasiado.

Los trámites burocráticos, de más de dos años, han supuesto que la mayoría de los taxistas que estaban interesados en instalarlas se hayan negado, porque cada mampara es exclusiva para cada vehículo. La vida media de un taxi es de cinco años, por lo que a los conductores no les compensa.

Miguel Ruano, presidente de la Asociación Provincial del Taxi opina que en su caso todavía tiene 4 años para amortizar los gastos de la mampara, pero que en el caso de otros compañeros no es viable, debido a que pronto renovarán su coche.

La Asociación Provincial de Taxis está esperando a que se firme el convenio con el Ayuntamiento, con el que se subvencionaran 300 de los 1.000 euros que tiene de coste la mampara.

Si el proceso burocrático tarda menos que el que se ha tenido que tramitar con la Junta , el 25% de la flota de taxis están dispuestos a invertir en seguridad.

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