El vestido con el que Meghan Markle imita el estilo de Kate Middleton se agota 'online' a los 10 minutos
- La web de Goat sufrió un colapso por la avalancha de personas que entraron a comprarlo.
- ¿Qué cosas no podrá hacer Meghan ahora que es duquesa?
Meghan Markle pudo haberse convertido el pasado 19 de mayo en la duquesa de Sussex, pero no ha sido hasta 48 horas después cuando ha recibido la 'bienvenida' oficial a la casa real inglesa.
La exactriz hizo su primera aparición pública en la que posó junto al príncipe Harry y sus suegros, Carlos y Camilla, con motivo de una fiesta en los jardines del Palacio de Buckingham.
La nueva imagen hiper sobria de Meghan Markle choca radicalmente con su estilo personal made in L.A. Para la ocasión, la duquesa escogió un sofisticado vestido crepé de Goat, una firma que le encanta a su cuñada Kate Middleton, en una tonalidad rosa palo y que cuesta unos 385 euros. La web de la marca sufrió un colapso por la avalancha de usuarios que entraron a comprarlo. A los diez minutos no quedaba ni uno.
La paleta cromática que escogió se prestó a que llevase unas medias nude requeridas por el procolo real, que Markle combinó de manera muy acertada con unos tacones de Tamara Mellon neutros.
Sus característicos shopping bag y los bolsos cruzados (que se saltaban el protocolo) han desaparecido de su armario a favor de un discreto clutch, que llevó las miradas hacia las nuevas joyas de diamantes que luce la duquesa.
El look regio lo completó con un sombrero de Philip Treacy totalmente combinado con la vestimenta. ¿Y la larga melena suelta con ese aire californiano? Reconvertida en un moño bajo.
La duquesa siguió la etiqueta al pie de la letra, sin embargo, en una foto robada se ve cómo apoya cariñosamente su mano en la espalda del príncipe, una concesión que no está permitida en palacio.
Una boda del siglo XXI
Los expertos en casa real elogiaron la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry asegurando, que la manera en que se había realizado, daba una imagen moderna, del siglo XXI, de la familia real británica.
La ceremonia incluyó un discurso apasionado del pastor estadounidense Michael Curry, así como una impresionante interpretación de Stand By Me con un coro góspel.