Las calles amplias y los espacios abiertos de los barrios en expansión tienen una pega: son el lugar idóneo para
organizar carreras ilegales de coches o de motos en plena noche.
La Ería y Montecerrao son los últimos barrios que se han sumado a las alertas por competiciones clandestinas que, aunque
frecuentes, no se organizan con regularidad. Para las asociaciones de vecinos de
Las Campas y La Florida, donde se organiza
cada fin de semana, son un temor constante.
En La Ería, según los vecinos, las carreras se localizan
en el estadio Carlos Tartiere, aunque las
inmediaciones del instituto también se incluyen en el circuito.
En Ules es habitual que
cada 15 días, tres o cuatro coches compitan entre el aparcamiento de los monumentos prerrománicos y la iglesia de esta localidad.
En estas zonas de expansión, los vecinos reclaman
más medidas de control de la velocidad, no sólo por las carreras, sino por lo rápido que circulan los conductores. Piden
badenes, pasos de cebra elevados y más policía. Los agentes locales dicen
no tener constancia de carreras ilegales pero sí ratifican que hay
excesos de velocidad frecuentes en estas áreas.
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