La exposición, organizada con la colaboración del Gobierno de Aragón, se inauguró a finales de febrero y estaba previsto que se clausurase este domingo, 27 de mayo. Sin embargo, la buena acogida que está teniendo entre el público ha llevado a la DPZ a ampliarla un mes más. La muestra incluye 40 óleos de mediano y gran formato, 32 dibujos y un audiovisual.
Ignacio Mayayo nació en 1953 en Layana, donde vivió su infancia y su adolescencia. Hizo el Bachiller en Sádaba y en Ejea y estudió Arquitectura Técnica en Burgos. Aunque ejerció esa profesión esporádicamente, desde muy pronto se inclinó por el arte. Expuso por primera vez en 1975, y sus primeras obras, dibujos a plumilla con tinta negra o a lápiz, fueron de clara influencia surrealista.
Profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza desde 1979, su obra plástica evolucionó a partir de 1983, momento en el que empezó a pintar y abandonó el surrealismo. Se encaminó desde entonces hacia un realismo naturalista utilizando como técnica principal el óleo sobre lienzo, aunque sin abandonar nunca su interés por el dibujo y la obra gráfica.
La obra de Mayayo gira en torno a su personal visión de la realidad, una representación naturalista de temas que van desde las escenas cotidianas de figuras y retratos, paisajes y temas lúdicos de bañistas en pozas del Pirineo hasta la recreación de temas clásicos.
Dibujante empedernido, Mayayo practica de forma cotidiana el apunte en cuaderno de dibujo, lo que le sirve para su interpretación de la realidad y para la elección de los temas para sus cuadros, ha detallado la DPZ en una nota de prensa.
CUATRO ÁMBITOS
La exposición que ahora se amplía se divide en cuatro ámbitos distribuidos por cada una de las plantas del Centro de Arte y Exposiciones de Ejea. De esta forma, en la planta calle se exponen 12 cuadros de Mayayo que tienen como protagonista la figura humana: retratos, desnudos, escenas cotidianas, personajes mitológicos, pasajes de historia sagrada.
En la planta sótano se aborda la faceta de Mayayo como dibujante con una selección de 32 acuarelas, pasteles y dibujos al grafito. Además, en este piso se muestran también una vitrina con cuadernos de dibujo del artista y un audiovisual sobre su labor como dibujante.
La primera planta del museo está dedicada a la pintura de paisajes, con un total de 16 cuadros tanto urbanos como rurales y de montaña, con vistas de Zaragoza, de diferentes entornos rurales aragoneses y del Pirineo y el Prepirineo.
Por último, en la segunda planta se exhibe un conjunto de 12 pinturas en las que Mayayo aúna su interés por el paisaje, por la figura humana y por la cotidianeidad. En ellas capta una multiplicidad de personas de toda edad y condición bañándose o disfrutando de las pozas del Prepirineo, lo que permite al artista jugar con la luz o con sus efectos en el agua.
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