El Ayuntamiento bilbaíno, encargado de su recogida, entregó en adopción un total de 561 perros y gatos y devolvió a sus dueños otros 231 animales que se habían perdido.

Los 31 restantes tuvieron que ser sacrificados. «Hace diez años se sacrificaban la mayoría de los animales; ahora sólo unos pocos, que están enfermos o viejos; pero la tendencia es hacia cero», explicó ayer el director de Salud y Consumo, Javier Orduna.

Las adopciones, de hecho, se han incrementado notablemente en los últimos años. En 2005, tan sólo consiguieron nuevos dueños 350 perros; en 2006 fueron ya 550, y el año pasado, 561. Un 60% de aumento más en dos años.

Aunque también hay mascotas rescatadas más curiosas. Alguna iguana, una rata colombiana y hasta un buitre. «Nos llamaron de Begoña porque habían encontrado un buitre. Lo recogimos y después lo entregamos al centro de animales de la Diputación», contó el concejal de Salud y Consumo, Sabin Anuzita.

Y contra los abandonos, multas, aunque no es fácil pillar a los infractores. El año pasado, en Bilbao fueron dos, que tendrán que pagar 5.000 euros. Por maltrato de animales, falta del chip de identificación, alimentar a gatos callejeros y palomas, hubo ocho denuncias.

Una mascota, una responsabilidad

El Consistorio ha iniciado una campaña para fomentar la adopción de animales y recordar a los dueños que deben atar a sus mascotas y recoger las cacas. Además, ha comprado dos coches, en la imagen, equipados para la recogida de animales. Se ha gastado 24.000 €.