El objetivo de la OND: luchar contra el odio y las discriminaciones en Barcelona

  • En 1998 abre la Oficina per la No Discriminació, un servicio pionero en Europa para defender y garantizar los derechos de ciudadanía. 
  • Ofrece atención integral para personas víctimas de discriminación: asesoramiento legal, psicosocial o educativo y apoyo a la gestión de conflictos.
Exterior de la Oficina para la No Disciriminación de Barcelona.
Exterior de la Oficina para la No Disciriminación de Barcelona.
Antonio Herreros
Exterior de la Oficina para la No Disciriminación de Barcelona.

Barcelona quiere ser una ciudad que lucha contra el odio y la discriminación. Por este motivo, se potencian las funciones y los servicios de la Oficina per la no Discriminació (OND), situada en el número 32 de la calle Ferran de Ciutat Vella, en la esquina con la calle Avinyó.

Cabe entender por discriminación «toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en diferentes motivos, como son la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social, la posición económica, el nacimiento o cualquier otra condición social, y que tengan por resultado anular o menoscabar el reconocimiento o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas», según la definición recogida por la Observación General número 18 del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

La Oficina per la no Discriminació tiene una larga trayectoria en la ciudad, creándose en el año 1998. Ofrece atención integral para personas víctimas de discriminación: asesoramiento legal, psicosocial o educativo, y también apoyo a la gestión de conflictos.

La Oficina ofrece un servicio gratuito y confidencial a aquellas personas que viven, trabajan o pasan por la ciudad, e incluso, a aquellas que, a pesar de vivir en Barcelona, han vivido una situación de odio o discriminación fuera de esta ciudad.

En la Oficina se atiende, se asesora, se media y se sanciona cuando es posible ante situaciones discriminatorias. Otra función importante de la Oficina per la no Discriminació es informar, formar y sensibilizar sobre los derechos y obligaciones de los ciudadanos.

En este sentido, la OND trabaja también para hacer visible la situación de la discriminación en Barcelona, porque estas acciones pueden derivar en delitos de odio, pero es habitual que se manifiesten de manera más sutil e invisible.

Uno de los principales problemas que hay para luchar contra la discriminación es la falta de diagnóstico alrededor de estos delitos. Por una parte, las víctimas de discriminación o de delitos de odio a menudo no saben que pueden denunciar o no se atreven a hacerlo por diversas razones. Por otro lado, esto supone la ausencia de datos estadísticos que permitan conocer la dimensión cuantitativa y cualitativa del problema.

En muchas ocasiones hay una normalización de la discriminación como una vivencia cotidiana. Al mismo tiempo, las víctimas no confían en la utilidad de la denuncia, y se dan casos de desconfianza o por ende los cuerpos de seguridad, se piensa en la posibilidad de padecer represalias.

La situación irregular de las víctimas, la falta de conocimiento de sus derechos, la vergüenza o la negación son otros problemas que hacen que la discriminación no sea del todo visible.

Marion Hohn: "Las entidades sociales son un buen canal para conocer los casos de discriminación"

Marion Hohn es abogada y asesora de la OND. Canalizar los casos de discriminación hacia instancias que puedan resolverlas no es fácil. Por este motivo, desde la Oficina per la No Discriminació de Barcelona, OND, se quiere potenciar el conocimiento de estos servicios y concienciar a los ciudadanos de sus derechos.

¿Cómo llegan los casos de discriminación a la OND?

Por vías muy diferentes. Por más que la Oficina per a la no Discriminació está en un lugar céntrico es difícil que todos la conozcan. Entonces, hay otras oficinas de otros ámbitos que acaban teniendo conocimiento de casos de discriminación y los remiten a la OND.

Las entidades sociales son buenos canales para conocer casos de discriminación.

Las diferentes entidades sociales también reciben información sobre casos de discriminación y nos los hacen llegar. En estas organizaciones se trabajan temas susceptibles de comportar casos de discriminación. El caso más claro sería SOS Racisme.

¿Cómo se resuelven estos casos?

Las vías de resolución de estos casos también son diversos. Hay situaciones que se han de resolver mediante procedimientos legales, llegando a juicio. A veces hay que llegar hasta la vía penal, pero es el proceso más drástico y se ha de reservar solo para los casos más graves. La otra vía de resolución es el proceso administrativo que suele acabar en una sanción.

¿Siempre acaban en instancias judiciales?

No siempre. Cuando no se puede interponer una demanda o denuncia en instancias judiciales, la OND puede iniciar un proceso de intermediación entre las partes para llegar a un acuerdo.

Barcelona da la imagen de ser una ciudad preocupada por los derechos de sus ciudadanos y que no sean discriminados.

Barcelona desde el año 2000 está adherida a la Carta Europea de Salvaguarda de los Derechos Humanos en la ciudad. Ahora se quieren potenciar los servicios de la OND extendiendo las funciones a los distritos. Además, hasta ahora, la OND ofrecía una garantía de solución cuando la vulneración se había producido, pero ahora también quiere dar a conocer los derechos de las personas para que sepan cuándo están sufriendo discriminación.

¿Sería necesario también concienciar a la gente para que no provoquen casos de discriminación?

Es un aspecto en el que se está incidiendo. Que las personas sean conscientes de que ciertas acciones comporten discriminación. Hay situaciones que asumimos como normales y que comportan discriminación. Evitar que se produzcan es una cosa que la ciudad ha de potenciar.

Formarse para detectar las discriminaciones y mejorar la respuesta

Con nueva sede y nueva imagen, la Oficina per la No Discriminació quiere ser un espacio de referencia donde acceder a una oferta amplia de formación sobre derechos humanos y discriminaciones, en coordinación con las entidades, las universidades y otros actores que hagan formaciones en la ciudad.

La actual Oficina per la no Discriminació es un servicio integral con asesoramiento legal, psicosocial y educativo situada en el número 32 de la calle Ferran, está abierta de lunes a viernes de las 9 a las 14 horas y los martes, miércoles y jueves de las 9 a las 20 horas. Su número de teléfono es el 93 413 20 00.

La directora de Drets de Ciutadania, Aida Guillén, ha explicado que la discriminación se puede denunciar por la vía penal, pero también por la vía administrativa si se produce en el ámbito del deporte o en el espacio público, si afecta al colectivo LGTBI o si tiene relación con el derecho de admisión. El Ajuntament está realizando cursos formativos a los agentes de la Guardia Urbana para que tengan más elementos para identificar los delitos de odio y puedan recoger de forma específica la situación de discriminación en los atestados.

Además de los servicios de actuación en casos de discriminación y delitos de odio, desde la Oficina per la No Discriminació se ofrece una amplia oferta formativa a diferentes niveles en materia de discriminación y de derechos humanos, complementaria a la que ya se hace desde otros ámbitos  y servicios públicos de la ciudad.

La finalidad de esta iniciativa es acercar los derechos a la ciudadanía reconociendo e identificando vulneraciones de derechos en la cotidianeidad de las vivencias personales de los participantes. Esta concienciación se hace de una manera activa a través de situaciones atendidas desde la oficina, fomentando la participación y la implicación de las personas asistentes, valorando la diferencia, promoviendo el diálogo y creando espacios de reconocimiento del otro.

Por otra parte, la Oficina per la No Discriminació cuenta con un Centre de Recursos en Drets Humans, dedicado a recopilar y divulgar documentación física y en línea sobre derechos humanos y no-discriminación. Se trata de un servicio que recopila y hace difusión de documentación y recursos sobre igualdad y no discriminación, abierto a la ciudadanía y a las personas que se dedican a la búsqueda y la especialización académica.

La discriminación en Barcelona, en cifras

En 2017, la OND abrió 233 expedientes de discriminación y atendió a 160 personas que solicitaban asesoramiento. Los principales motivos de discriminación fueron el racismo y la xenofobia, con un 39% de los casos. Otros motivos principales de discriminación son el género, con un 12%, la discapacidad con un 9%, la LGTBIfòbia, 8%, y la aporofobia y condición económica, con otro 8%.

Destacar que de los casos de discriminación por motivos de género, la mayoría de las víctimas eran mujeres. En el ámbito de la religión, la islamofobia es el principal motivo.

Las cifras de la OND indican que el derecho más vulnerado es la integridad moral, con un 33%. Otros derechos que no se han respetado son el derecho a la vivienda, con un 12% de los casos, el derecho a la información en un 9%, y los derechos laborales y el derecho a la libertad y la seguridad, los dos con un 8% del total.

La situación de vulneración viene provocada en un 37% por entidades privadas o empresas, mientras que las administraciones públicas son responsables de un 32,6% de los casos. En un 21,4% la responsabilidad es de particulares.

Clement Johnson: "Los cambios se han de provocar para que se den"

Clement Johnson, que hace 14 años que vive en Barcelona, denuncia a la OND que ha sufrido discriminación racial.
Clement Johnson, que hace 14 años que vive en Barcelona, denuncia a la OND que ha sufrido discriminación racial.

Clement Johnson hace 14 años que vive en Barcelona. Trabaja, estudia para perfeccionar su castellano y dice que cree que no volverá a Nigeria, su país de origen. Es un barcelonés más. A pesar de ello, siendo continuos los casos de discriminación por motivo racial. Acudió a la OND para denunciar dos casos concretos.

¿Cuál fue tu caso?

Lo que pasó es una cosa que hace mucho la gente. En mi caso fue que no me dejaron entrar en dos discotecas. Pero la realidad es que hay muchos lugares donde nosotros, por ser ‘morenos’, no podemos entrar.

¿Cómo se produjo la discriminación?

Pues es tan sencillo como estar en la cola para entrar en una discoteca, y cuando te toca entrar, te dicen que tú no puedes entrar. Y no es porqué esté lleno o por otros motivos. Porque los que están detrás en la fila, si son europeos, entran.

¿Le dieron alguna explicación?

No. La mayoría de las veces tan solo te dicen una vez y otra que tú no puedes entrar, sin más, por más explicaciones que pidas. Tú preguntas qué es lo que tú no cumples y los otros sí, pero no hay explicación. En alguna ocasión, algún portero sí que me ha llegado a decir que el jefe dice que los ‘morenos’ no pueden entrar. Pero incluso me ha pasado que yendo con una amiga, de piel blanca, a ella la han dejado pasar y a mí no.

¿Cómo iniciaste la denuncia de estos hechos?

Me dirigí al Ajuntament porque creía que tenía que denunciarlo. Creo que está muy mal que se hagan estas cosas. La gente no es ni mejor ni peor porque sea de otro color de piel, o porque lleve una camiseta u otra, o porque sea de un lugar u otro. I como creo que para que las cosas cambien, hay que provocar el cambio, decidí ir al Ajuntament, explicar lo que había pasado y mirar cómo se podían denunciar estos casos.

¿Fue así cómo llegó a la Oficina per la No Discriminació?

Sí. Me indicaron que fuera a esta oficina, y allí me ayudaron y acompañaron en todo el proceso de denuncia. En estos momentos, está pendiente de resolución.

¿Cuál es su objetivo con estas denuncias?

Provocar el cambio, que la gente sepa que esto pasa y que la gente cambie su manera de pensar. Ven muy normal que pasen estas cosas, y no ha de ser así.

¿Le ha ocurrido en otro ámbito?

Es constante. Por ejemplo, cuando entras en un supermercado, ves cómo de repente te están vigilando por si robas. Es una cosa que se nota. Es molesto. No he de ser un ladrón por ser de color. Pero tampoco dices nada porque no te puedes estar peleando con todo el mundo. Pienso que peor para ellos, porque mientras me vigilan a mí, que no voy a robar nada, quizás les están robando algunos que ellos no piensan que lo puedan hacer.

¿Dificultan mucho la vida estos prejuicios?

En según qué casos sí. Por ejemplo, a la hora de buscar piso, las inmobiliarias no te ofrecen nunca nada. Una vez, después de esperar unos meses alguna oferta de piso, le dije a una amiga blanca que se apuntase a esta inmobiliaria para ver si de verdad no tenían pisos para alquilar. A ella en un mes le hicieron cinco ofertas. Es muy difícil encontrar dónde vivir. Es un gran problema.

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