¿Satisfecho?

Mucho. Ya nuestro claustro recibió el Reconocimiento al Mérito Educativo de la provincia. Esto sienta de gloria para seguir trabajando por la integración en los colegios.

¿Cómo es este programa?

Es el trabajo diario de cada día. Nuestra filosofía de trabajo. Los profesores realizamos un proceso de adaptación recíproco. Trabajamos desde la perspectiva de conocer mejor a la población extranjera que nos llega para que ellos se adapten bien a nuestro sistema educativo, sin diferencias.

¿Qué medidas llevan a cabo?

Los docentes hicimos un viaje a Marruecos para intercambiar experiencias con otras escuelas, vimos cómo funcionaba el sistema marroquí y extrapolamos esos conocimientos para darles mejor atención. Hacemos hincapié en los niños con desfase curricular: hay grupos de apoyo y acompañamiento. Y tenemos también un plan de mantenimiento de la cultura materna.

¿Cuál es la radiografía del San José Obrero?

En 6 años hemos pasado de 25 alumnos extranjeros, a 220 ahora, de un total de 450. Y hay niños de 20 países diferentes. Pero puedo afirmar que el racismo y la xenofobia son palabras que no existen en nuestro centro. Hay armonía total entre los chicos.

¿Su próxima meta?

Intentar que este ejemplo de integración salte las vallas de nuestro colegio y llegue a todos los demás.