Sara Carbonero no lo dudó  y junto a sus hijos, Martín, de cuatro años y Lucas, de dos, saltó al campo para celebrar junto a su marido que el Oporto, el equipo del que es guardameta desde hace tres años, se alzó con el título de liga en Portugal.

Vestida de blanco inmaculado, con un look muy primaveral, el cabello suelto, y con una bufanda del equipo rodeando su cintura y después su cuello, la periodista no dudó en besar y acariciar a su marido, por el buen resultado del equipo, que le llevó a ser el campeón de liga.

Iker Casillas y Sara se dejaron fotografiar por un par de jóvenes admiradores en el campo de juego, mientras el futbolista sostenía en brazos a su hijo pequeño, Lucas, y Martín posaba atentamente.

Antes, en la grada, la periodista mostró su nuevo "tatuaje"; éste en la mano. En realidad es un tatuaje de quita y pon; un regalo divertido de sus hijos. Tal vez por eso era tan visible, porque Sara siempre ha sido discreta con sus tatuajes. El único conocido es el que lleva en la muñeca izquierda con la palabra Sunshine, en honor a su hijo Martín.

Sara felicitó a la afición del Oporto y a su marido en su cuenta de Instagram. Allí escribió: "Azul e branco é o 💙 campeões; a la tercera fue la vencida; muy orgullosos de ti; recuerdos de por vida; muito obrigada”.

Ahora queda aclarar el futuro más inmediato. Si Iker no sigue en el club portugués, deberá decidir si hay nueva escala o da por cerrada su carrera como portero. En eso está Sara, que en una reciente visita a Madrid hablaba de su futuro profesional: "A pesar de no estar parados, no me puedo organizar mucho".