Así se ha expresado la federación en un comunicado después de que la semana pasada la propietaria de una guardería de Palma aceptara una condena por humillar y maltratar a los niños.
"Un centro infantil debe ser un lugar donde, por encima de todo debe primar el amor, la atención y el respeto a los niños y así garantizar su óptimo desarrollo tanto a nivel emocional como físico", ha recalcado la presidenta de la federación, Francisca Picornell.
"Somos conscientes de la confianza que depositan las familias en nosotros para que cuidemos a sus pequeños y ponemos todo nuestro empeño en corresponder con un trabajo bien hecho por los profesionales que nos dedicamos a ello", ha añadido Picornell, que ha expresado que les "duele" y "repugna" que "haya surgido un caso así", algo que califica como "intolerable".
La Federación ha recordado que tiene entre sus fines "trabajar en pos de la protección de la infancia, siempre en base a un estricto código ético, fomentando el aprendizaje y el desarrollo de los valores básicos de toda sociedad".
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