Durich, en una rueda de prensa para presentar los resultados de 2017, ha señalado que, a su juicio, fue "una salida de tono en las redes sociales" y que desconoce "qué intereses había por el medio". Por ello, ha afirmado sentirse "radicalmente, absolutamente 'animaladamente', a lo 'bestiamente', y injustamente" tratados.
En ese sentido, ha señalado que no entiende "muy bien" estas críticas ni por qué "se tiran al cuello" a "la única" organización que "hace algo por el valenciano" por "una pequeña decisión de toda la actividad que hace en valenciano". "Somos un país un poco particular", ha apuntado.
Al respecto, ha explicado que cuando se produjo la polémica ya hacía seis meses que se había producido esta retirada del etiquetado consecuencia del "gran aumento de la actividad" fuera de la Comunitat Valenciana y Cataluña y en atención a las quejas de las personas mayores que no podían leer bien la etiqueta. "Hay que entender que estamos en Granada y Aragón y necesitamos ser más globales", ha recalcado.
Durich ha señalado que al querer colocar muchos de sus productos propios fuera de estas comunidades la descripción base del producto, como la composición, no se veía como exige la ley. Por ello se tuvo que optar por suprimir la denominación en valenciano en unos productos con un espacio para el etiquetaje muy reducido.
"No se ha hecho más que ese cambio ni se va a hacer nada más", ha asegurado el director general que ha insistido en que "Consum sigue haciendo más que nadie" por la lengua. Así, ha recordado que editan carteles y una revista en valenciano, y que envían a los valencianos hablantes la información en su lengua.
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