Los firmantes consideran que estas escaleras son «fundamentales» para salvar un desnivel tan pronunciado. Además, no entienden «cómo se puede vender un proyecto a bombo y platillo y después renunciar a él, sin más». Para ello, presentarán al Ayuntamiento las firmas recogidas en estos barrios, que reúnen una población de más de 30.000 habitantes.

Azkuna anunció hace un mes y medio que el consistorio decidió prescindir de este proyecto debido a su coste, cercano al millón de euros. Además, la concejala de Urbanismo, Julia Madrazo, argumentó que las escaleras mecánicas no serían necesarias, ya que hay un acceso peatonal mediante rampas a través de la plaza del Gas.

A ello, se le unen, según recordó la concejala, el ascensor de la calle Esperanza y las rampas mecánicas de la calle Cristo que suben hasta la calle Uribarri.

La UTE Metrovacesa-Jaureguizahar, constructora de los pisos de la plaza del Gas, iba a ser la encargada de la construcción del proyecto, diseñado por el arquitecto, Ignacio Linazasoro. El proyecto preveía decorar las escaleras con un estanque y una cascada de agua.

En lugar de este acceso al parque Etxebarria, el Ayuntamiento bilbaíno tiene previsto construir en el solar un edificio municipal de seis plantas de altura, al nivel de los bloques colindantes.

La intención municipal pasa, en todo caso, por levantar un inmueble «singular», con la marca de un arquitecto de prestigio y «con un gusto absoluto», según Madrazo. Sin que hasta ahora haya especificado los detalles.

Una petición vecinal constante

No hay barrio periférico de Bilbao que no reclame mejores accesos. Asociaciones vecinales o de personas mayores han reivindicado en numerosas ocasiones escaleras y rampas mecánicas o ascensores para subir a sus barrios sin tener que salvar calles empinadas o innumerables escalones.

El Ayuntamiento estudia cómo mejorar estos accesos, aunque, según ha sabido 20 minutos, los técnicos apuestan en un futuro por los ascensores más que por rampas y escaleras eléctricas.