No todo es oro lo que reluce, ni todo el mundo es millonario en Marbella. Aunque la localidad se codea con otras capitales como Madrid o Barcelona e internacionales como Milán o Londres en los rankings de venta de artículos de superlujo y villas suntuosas, lo cierto es que en este municipio costasoleño también vive gente humilde. Algunos de ellos rozan la pobreza y sobreviven gracias a la solidaridad de instituciones como Cruz Roja y de sus propios vecinos.

Tal es el caso de 199 familias que durante el pasado hicieron uso del servicio de ropero que ofrece la Asamblea de Cruz Roja en Marbella. Prendas de segunda mano donadas por vecinos del municipio que salvan del frío y visten a los más pequeños de casas cuyos progenitores son principalmente inmigrantes procedentes de Latinoamérica o de Europa del Este.

Pero además, con motivo de la Navidad y a fin de que los niños no tuvieran que amanecer el Día de Reyes sin un regalo junto a sus zapatos, fueron objeto de la campaña de juguetes que Cruz Roja Española llevó a cabo y que en esta ocasión, además de las donaciones de juguetes de segunda mano por los vecinos, contó con la ayuda de los ediles del PSOE para adquirir artículos de primera.

Concretamente, los diez ediles socialistas en el Ayuntamiento de Marbella aportaron 150 euros de la asignación mensual que perciben por asistencia a plenos y comisiones informativas del Consistorio, y que suele rondar los 500 euros en total.

En total se repartieron alrededor de 150 juguetes durante estas Navidades.

No obstante, desde Cruz Roja reconocieron que no es fácil hacer llegar la ayuda a los que realmente lo necesitan. "A veces no se enteran de que se está realizando la campaña o les da vergüenza", lamenta Juan Carlos Castro, miembro de la organización. Suelen ser personas del entorno de éstas o vecinos los que dan la voz de alarma para que los voluntarios de Cruz Roja se movilicen tras una evaluación de la situación por la trabajadora social del centro.

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