Comienza el cambio de placas del callejero franquista de Madrid

Un operario retira la placa de la calle General Millán Astray, en Madrid.
Un operario retira la placa de la calle General Millán Astray, en Madrid.
AYUNTAMIENTO DE MADRID
Un operario retira la placa de la calle General Millán Astray, en Madrid.

José Millán-Astray y Miguel García de la Herrán participaron activamente en la sublevación del bando nacional tras el golpe de estado de 1936 y apoyaron una dictadura que duró en España casi 40 años.

Desde ayer, sus nombres, que presidían dos calles de la ciudad de Madrid, han sido sustituidos por los de  Justa Freire, una maestra de la República y presa de la dictadura que enseñó a leer y a escribir a otras convictas; y por la palabra "cooperación", recuperando el nombre original que tenía esa vía hace más de 8 décadas.

Estos han sido dos de los 48 cambios que se llevarán a cabo en los próximos días en calles, plazas y espacios públicos con denominaciones franquistas, en cumplimiento con la Ley de Memoria Histórica. Se cumple así el mandado del Gobierno local de Ahora Madrid de hace un año, cuando se decidieron en el pleno del 28 de abril de 2017 los cambios en función del informe del Comisionado de Memoria Histórica que se creó para tal fin.

Aunque la retirada de placas estaba prevista para el pasado mes de junio, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid obligó a paralizarla por seis recursos contencioso-administrativos contra el plan.

El pasado martes, tres de los recursos que obligaban a estas medidas cautelares fueron revocados, con los que se dio la definitiva luz verde al plan. Fuentes del Ayuntamiento informan a 20minutos que tres de los 52 espacios que el Consistorio quiere cambiar siguen paralizados por encontrarse en medio de recursos. Son la glorieta Cirilo Martín y las calles General Asensio Cabanillas y Caídos de la División Azul. El cambio de esta última se encuentra suspendido por un recurso presentado por el Colectivo de Familiares de Caídos en Rusia al que la Justicia ha dado la razón.

Para las nuevas denominaciones, el comisionado recomendó utilizar los antiguos nombres de los espacios –como es el caso de la plaza Mayor de Barajas, plaza del Rastrillo o la plaza del Baile– y, si los nombres no eran recordados, homenajear a "mujeres ilustres, a instituciones pedagógicas o personajes de la cultura que contribuyeron a engrandecer el patrimonio inmaterial en tiempos difíciles, y a políticos que se caracterizaron por la defensa de posiciones conciliatorias".

De esta manera, los madrileños y turistas pasearán por la calle Diego Torres Villarroel en vez de la Travesía General Franco; se sentarán en la plaza de la Charca Verde, antes llamada plaza Arriba España; o se detendrán en la Avenida de la Memoria en vez de la del Arco de la Victoria.

La Ley de Memoria Histórica impulsada en 2007 por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero establece que los "escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura" tienen que ser retirados de los espacios públicos.

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