Unas cifras que reflejan una situación "alarmante" en Extremadura por la pérdida de 4.500 empleos asalariados, lo que significa que el trabajo que se crea es "precario", y también por la destrucción de 13.200 puestos fijos desde enero de 2017, que según ha señalado viene propiciada por la reforma laboral de 2012.
Además, ha señalado en el cómputo global la comunidad ha sufrido la destrucción de 2.600 puestos de trabajo en el primer trimestre del año, que desgranados por sexos reflejan que mientras que el paro desciende entre los hombres, sin embargo aumenta entre las mujeres, colectivo en el que se han perdido 3.200 empleos.
Por todo ello, en una rueda de prensa en Mérida en la que ha sido preguntada por esta cuestión, ha vuelto a solicitar la derogación de la reforma laboral, al tiempo que ha exigido al Gobierno central un plan especial para Extremadura, que permita mejores infraestructuras, al considerar que las medidas puestas en marcha hasta el momento son "insuficientes".
Al respecto ha reclamado más inversiones, y en este sentido ha señalado que los 508 millones de euros comprometidos por el Ejecutivo autonómico para el Plan de Industrialización de Extremadura son "insuficientes" para conseguir que la comunidad "deje de ser casi un parque temático y se convierta en una fuente real de trabajo", en tanto que considera que la industria es el sector "fundamental" para la creación de empleo y de calidad.
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