La finalidad de este programa, que ya se ha desarrollado en otros centros educativos de la Comunidad foral, es sustituir las expulsiones temporales, en caso de caso de conductas contrarias o gravemente perjudiciales para la convivencia, por actividades de servicio a la comunidad.
Esta iniciativa se plantea, ha indicado el Ejecutivo en una nota, como "una opción de mejora frente a este tipo de expulsiones de alumnado con sanciones múltiples, ya que refuerza conductas apropiadas frente a la desmotivación que en ocasiones puede suponer el alejamiento del entorno académico".
Así, el programa persigue "aplicar medidas educativas constructivas y reparadoras del daño causado, ofrecer a alumnas y alumnos la posibilidad de convivir en otros ambientes en los que puedan ayudar y colaborar en diferentes actividades de las entidades colaboradoras; mostrarles otras realidades sociales, implicarles en ellas y potenciar su responsabilidad; ofrecerles la posibilidad de sentirse útiles a la sociedad; y enseñarles diversas actividades que puedan motivarles con sus estudios y orientarles en su futuro".
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