Una investigación clínica (con pacientes) de un médico del servicio de otorrinolaringología del Hospital Clínico de Valencia revela que 15 de cada 100 falleros sufren hipocausia irreversible, es decir, que pierden oído.
El trabajo lo firma García Callejo, y los detalles se publicarán en una revista médica especializada. El catedrático de otorrinolaringología de la Universitat de València, Jaime Marco, ha adelantado en exclusiva a 20 minutos que la pérdida de capacidad auditiva tarda en notarse y que pueden ser síntomas de alarma las dificultades para aprender un segundo idioma o comprender una conversación cuando hay ruido de fondo.
Según Marco, no es necesario renunciar a la fiesta para salvaguardar la capacidad auditiva, basta con ponerse tapones de cera o silicona (los hay con válvulas que impiden el paso de los sonidos de más de 70 decibelios).
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