Ceuta está dando los primeros pasos para pedir su ingreso en la unión aduanera y cambiar así de modelo económico, según informa el diario El País. Aunque esta medida pueda crear tensiones con Marruecos, la ciudad autónoma, de forma coordinada, con Melilla, intentará convertir su frontera en una aduana comercial entre la Unión Europea y Marruecos.

La unión aduanera es un área de libre comercio, cuyos miembros unifican su política comercial y establece una tarifa exterior común. En 1986, Ceuta, Melilla y Canarias pidieron ser excluidas para conservar sus privilegios fiscales y arancelarios. El archipiélago reingresó en 1991.

Una enmienda de los Presupuestos Generales de 2007 encargó un informe llamado Ventajas e inconvenientes de una posible integración de Ceuta en la unión aduanera, al que ha tenido acceso El País. Dicho documento propugna con matices el ingreso en la unión aduanera como una "oportunidad" para "evolucionar hacia un nuevo modelo económico". Muy necesario a partir de 2012, cuando Marruecos desmantelará sus últimos aranceles con la UE.

Además de los beneficios económicos, esta medida tendría consecuencias políticas, pues reafirmaría a las dos ciudades autónomas como frontera sur de Europa. Algo que a buen seguro, y después de las reivindicaciones y tensiones producidas en Marruecos por la última visita de los Reyes, no sentaría bien en el gobierno de Rabat. Aunque en

Cuando las ciudades autónomas soliciten su ingreso al Gobierno este se verá obligado a tramitarlo a pesar de las posibles tensiones que pueda acarrear, pues no podrá negar lo que consiguió para Canarias en 1991.

Una vez realizada la petición, la Comisión Europea deberá elevar una propuesta al Consejo de Ministros de la UE. La modificación de este estatuto deberá ser aprobada por la unanimidad de los Estados Miembros.

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