Los vehículos estaban aparcados en el barrio Santa Agueda de Barakaldo. La Er-tzaintza apunta a un sabotaje, aunque a última hora de ayer, tras rastrear la zona, aún no tenían pruebas que corroborasen esta hipótesis.
Así, antes de verificarse que se trata de un sabotaje, las Juntas Generales de Vizcaya, con los votos de PNV, EA, PSE-EE, PP, EB y Aralar, condenaron «el ataque» y mostraron «su solidaridad» con las empresas y trabajadores afectados.
La declaración dice así: «La defensa legítima de cualquier postura nunca podrá ser desde vías violentas». Este texto guarda una gran semejanza con el apoyo del Parlamento Vasco a las empresas que trabajan en la Y ferroviaria vasca, amenazadas por la banda armada ETA.
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