En declaraciones a los medios de comunicación este sábado en Pina de Ebro, el presidente del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, ha señalado que "poco a poco" hay que ir poniendo "el foco" en la Ribera Baja: "Podemos dar por hecho que en la Ribera Alta no va a haber graves afecciones y que, desde luego, no va a haber ningún tipo de afección para las poblaciones". De esta forma, ha descartado que sea necesario ningún tipo de evacuación en esta zona.

"Ahora tenemos que poner nuestra atención en la Ribera Baja, de hecho, mañana por la noche o lo más tardar pasado mañana por la mañana, el Centro de Mando Avanzado de Operaciones se trasladará desde Luceni a Pina". También ha explicado que en Pina de Ebro el municipio está "preparándose" y tomando "las medidas oportunas" para tratar de hacer frente a la cresta de la avenida.

Lambán ha deseado que "lo mismo que ha ocurrido en la parte alta del río vaya a ocurrir también en la parte baja" y ha afirmado que no hay "ninguna previsión de alteración del caudal". Ha remarcado que el Gobierno de Aragón va a seguir trabajando como "hasta ahora" en la coordinación entre instituciones y operativos y en la protección de los cascos urbanos.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, ha sostenido que para evitar catástrofes "lo primero que hay que hacer es coordinarse". Así, ha agradecido al Gobierno de Aragón que haya montado el gabinete de coordinación.

Ha agregado que, según la información que maneja, en la crecida de 2015 la Diputación de Zaragoza "sólo actuó al final, una vez que había pasado la riada". Sin embargo, en esta ocasión los efectivos de emergencias de la institución provincial han está actuando en todos los municipios ribereños donde es necesario, desde el inicio del episodio.

"Tenemos 29 máquinas a disposición de los municipios y 19 bomberos por todos los municipios, asistiendo incluso a granjas, como en el caso de Gallur", ha sostenido.