Unos 300 alumnos se manifiestan en la URJC: "A nosotros no nos regalan nada"

Cientos de estudiantes se manifiestan en el campus de Vicálvaro de la URJC para pedir la dimisión del rector.
Cientos de estudiantes se manifiestan en el campus de Vicálvaro de la URJC para pedir la dimisión del rector.
EFE
Cientos de estudiantes se manifiestan en el campus de Vicálvaro de la URJC para pedir la dimisión del rector.

El grito ha sido unánime y contundente. Los cientos de alumnos que este lunes se han concentrado en el campus de Vicálvaro de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid —de 350 a 400 según los organizaciones— han coreado al unísono la realidad de los estudiantes, esa que estos días se ha puesto en entredicho por el caso del máster de Cristina Cifuentes: "A nosotros no nos regalan nada".

Ha sido un grito pacífico y un golpe en la mesa por parte de un colectivo que está harto e indignado de que "se politicen las instituciones públicas" y de los escándalos que en los últimos años han ensombrecido su universidad (en 2016, el por entonces rector Fernando Suárez fue acusado de plagiar hasta en diez de sus publicaciones) y ahora, además, tienen miedo. Temen, en concreto, que el caso del máster reste valor al título que ellos estudian.

"Estos escándalos perjudican seriamente al prestigio de la URJC, y los que finalmente lo pagamos somos nosotros. Nos hace mucho daño", cuenta a este medio Brian Bujalance, actualmente en segundo curso del doble grado de Periodismo y Economía. "Nuestros títulos ahora mismo tienen menos valor que los de otras universidades. Tenemos miedo de que en el futuro cuando vayamos a una entrevista de trabajo y presentemos nuestro currículum escojan a otro solo porque vengamos de la URJC".

Alba Agraz, de 2.º de Políticas y Economía, suscribe esa idea y traslada la misma inquietud por un futuro incierto. "Tengo miedo porque a la hora de elegir trabajo sé que me va a afectar. Me da vergüenza y pena que estemos pagando tasas mientras a otra persona se lo regalan". Su matrícula cuesta unos 1.100 euros anuales.

"En esta universidad me he encontrado a los mejores estudiantes y no quiero que este tipo de prácticas les ensucien", cuenta otro alumno, Albert Sancho, de Periodismo, Ciencias Políticas y Gestión Pública. "Cifuentes y su equipo no han parado dejar en ridículo al alumnado de este centro público".

Ellos son solo tres de los cientos de alumnos que este lunes se han concentrado para exigir aclaraciones a la Universidad y al Gobierno regional y pedir las dimisiones de quien corresponda. "¿Dónde está el TFM, dónde está?", preguntaban todos ellos en una manifestación que se ha desarrollado de forma pacífica y que se ha alargado aproximadamente una hora. "Fuera corruptos de la Universidad" o "Cifuentes, dimisión" han sido algunas de las consignas más coreadas.

Agraz, también presidenta de una de las asociaciones convocantes (RES Pública), atiende a este medio para hacer balance de la concentración, que valora muy positivamente. "Estamos muy satisfechos, ha sido masiva. Estamos muy orgullosos de todo el movimiento estudiantil". Sin embargo, anuncia que esto solo es el principio y que no queda aquí: la siguiente cita se celebrará el jueves 12 de abril a las 18.00 horas en Sol, frente al edificio de la Comunidad de Madrid.

La URJC, una universidad sumida en el escándalo

Tiene poco más de 20 años de vida, pero la URJC ya acumula varios escándalos. El anterior rector, Fernando Suárez, fue acusado por haber plagiado hasta en diez de sus publicaciones. Entre ellos, al exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona Miguel Ángel Aparicio, que en 2017 aseguró que una de las obras de Suárez era una "usurpación clara e inequívoca" y un plagio "literal, consciente y mecánico" de una publicación suya.

Pese a las informaciones cada vez más comprometidas que se publicaron sobre él durante años y de que el centro se viera sumido en el descrédito, Suárez no dimitió. Tampoco fue cesado. Finalmente, optó por no presentarse a la reelección. Así, fue en marzo de 2017 cuando Javier Ramos logró la victoria en las últimas elecciones al rectorado, que pretendían dar un lavado de cara a la institución.

Solo un año más tarde, sin embargo, ha saltado la polémica en torno a Cristina Cifuentes, un caso que la propia universidad ha trasladado a la Fiscalía para que investigue si hubo delito. El director del máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Enrique Álvarez Conde, además, aceptó el viernes en OndaCero que el rector mandó reconstruir un acta con las firmas de tres de sus "discípulas". Dos de ellas han reconocido que, pese a aparecer su rúbrica, no firmaron ese acta.

Este caso ha vuelto a airear el escándalo de 2009, cuando saltó la contratación de una hermana de Cifuentes como profesora de la Universidad y que este mes de marzo el rector Ramos tuvo que explicar que se trataba de una "profesora visitante". También ese año, Rodrigo Rato recibió el doctorado honoris, un título honorífico que los estudiantes pidieron insistentemente que se retirara por su vinculación en las tarjetas black.

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