BIO Tiene 49 años, es estadounidense, aunque de ascendencia sueca, y actualmente trabaja para distintas marcas internacionales.

Suecia representa tan sólo el 0,3% de la población mundial, pero suma el 3% de las exportaciones de todo el mundo. Empresas suecas como Ikea, Absolut, Lego o Volvo inundan los mercados internacionales.

Se habla mucho del modelo de empresa americano, del inglés, pero del sueco apenas se sabe nada a pesar de sus éxitos. Steve Strid acaba de escribir, junto con Claes Andréasson, El manifiesto vikingo (Alienta Editorial), en el que narra paso a paso el modelo de empresa de los nuevos vikingos.

¿Cuál es el secreto de las empresas suecas?

Por cultura, todo lo que nace en Suecia está pensado con la idea de que sea global.

¿Se puede aplicar su modelo al resto del mundo?

Sí, siempre que la idea sea original. En general, las empresas suecas ofrecen cosas que se diferencian del resto.

¿Por ejemplo?

La tecnología para hablar por teléfono en Internet existe desde hace años, pero dos suecos supieron hacerla accesible y sencilla con Skype.

¿Cómo se introducen en los mercados?

Se caracterizan por no hacer ruido. Un día te das cuenta de que están allí y no sabes bien cómo han llegado. También saben cómo hacer sus productos muy atractivos.

¿De dónde viene ese carácter?

De los vikingos. No eran numerosos, pero su ejército era disciplinado. Más tarde se dieron cuenta de que era mejor comerciar que robar.

¿Se diferencian mucho las empresas suecas del resto?

Por poner un ejemplo, si llamas al presidente de una compañía sueca, puede que te responda él mismo al teléfono. Es un modelo basado en la confianza y la cercanía.