Carles Puigdemont ya está en la prisión de Neumünster, en el land alemán de Schleswig-Holstein, tras ser detenido este domingo por la mañana cuando regresaba a Bélgica desde Finlandia vía Dinamarca. Es en este centro penitenciario en el que ha pasado la noche antes de pasar a disposición judical este lunes.

La cárcel es un edificio con más de 100 años de antigüedad, ya que fue construido entre 1901 y 1905, año de su estreno. Rodeada de un muro de 685 metros de largo, fue reformada en 2004.

Neumünster tiene 571 celdas, de las que 505 son para presos con condena firme. 44 celdas son para presos pendientes de juicio (una de las que ocupa el expresidente de la Generalitat) y 22 hacen de centro de día para presos con tratamiento psiquiátrico.

En esta cárcel, tres cuartas partes de la población reclusa es de nacionalidad alemana. El 26% de los presos son extranjeros (de hasta 35 nacionalidades), pero predominan los turcos y los procedentes de países de la antigua Yugoslavia. En cuanto a las edades de los encarcelados, el grupo más numeroso es el de los que tienen entre 25 y 30 años.

En la prisión de Neumünster trabajan 269 personas, de las que 65 son mujeres.

Hasta ahora, el preso más famoso que ha albergado este centro había sido el escritor alemán Hans Fallada, seudónimo de Rudolf Wilhelm Friedrich Ditzen, que narró su experiencia en esa cárcel en la novela Wer einmal aus dem Blechnapf frisst.

Hans Fallada (1893-1947) fue denunciado en marzo de 1933 a las autoridades alemanas por una conversación que mantuvo con el también escritor alemán Ernst von Salomon con supuesto contenido hostil al Estado.

La ciudad de Neumünster tiene 79.000 habitantes y se encuentra a unos 30 kilómetros de distancia de Kiel, la capital de Schleswig-Holstein, a unos 65 kilómetros de Hamburgo. El centro penitenciario es el más grande del estado.