Además de Cantabria, han sido escogidas las zonas de Centre Val de Loire y Grand-Este, en Francia, la Región de Finlandia Septentrional y Oriental y Gran Manchester (Reino Unido), así como Lituania y Eslovenia.

Según indica Bruselas en un comunicado de prensa, entre los años 200 y 2014 el empleo industrial cayó un 13% en Cantabria. Ante esto, y para revertir esta tendencia, se han detectado una serie de nichos en los que la región puede ser "especialmente competitiva", las llamadas prioridades de especialización inteligente, como el sector automotriz y de componentes, la industria de alimentos, la bioeconomía y el sector de la salud, el turismo o el medio ambiente y la gestión del agua.

En base a estas prioridades, la comunidad autónoma deberá desarrollar o rediseñar una estrategia de transformación de su economía con el apoyo que ofrece el proyecto de la Comisión Europea. Su responsable de Política Regional, Corina Cretu, ha destacado que la transición industrial "es un reto importante" para la sociedad y la economía.

"Es preciso que encontremos nuevas maneras de garantizar que todos puedan beneficiarse en cualquier lugar de las oportunidades que ofrecen la innovación y el cambio tecnológico", ha subrayado, para valorar el trabajo conjunto con regiones y estados miembro a los que desde Bruselas se va a ayudar a usar "al máximo" sus "puntos fuertes y sus posibilidades" en favor de "la innovación, la descarbonización y la digitalización", entre otros aspectos.

Los dos países y las cinco regiones seleccionadas este miércoles se unen a las cinco regiones que ya se seleccionaron en diciembre de 2017: Hauts-de-France (Francia), Suecia Centro-Septentrional, Piamonte (Italia), Sajonia (Alemania) y Valonia (Bélgica). Dado el número de solicitantes, la Comisión había prorrogado la convocatoria de manifestaciones de interés para que pudieran participar más regiones.

Los servicios de la Comisión, expertos externos y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), ofrecerán apoyo adaptado para ayudar a prepararse para los puestos de trabajo del futuro, ampliar la innovación, apoyar la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, fomentar el emprendimiento y promover el crecimiento inclusivo.

Para ello, están disponibles hasta 200.000 euros por región del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (ERDF) para cubrir los costes del asesoramiento experto externo que pueda necesitarse para apoyar el trabajo de las regiones.

También hay una ayuda máxima de 300.000 euros por región, del FEDER, que apoyará la aplicación temprana de sus estrategias de transformación económica regional, ayuda que estará sujeta al progreso suficiente de dichas estrategias. Las estrategias de transformación regional deberían estar preparadas a finales de 2018 para que las medidas que implican puedan implementarse a partir de 2019.