Urkullu aseguró que su opinión es compartida por una «mayoría de la sociedad vasca», que piensa que existe un «impulso político» en  las decisiones de la Justicia.

Aunque no se atrevió a calificar explícitamente de presos políticos a los reclusos pertenecientes a ETA, el presidente del PNV sí manifestó sin reparos que algunos de los condenados en relación al sumario 18/98 «tienen un cariz político».

Urkullu también se quejó de quienes atribuyen al PNV un beneficio por ciertas situaciones. Y lo explicó así: «Cuando se ilegalizan formaciones políticas, da la impresión de que es lo que le conviene al PNV, pero cuando no se ilegalizan, parece que también conviene al PNV porque es con los que van a pactar».

Definió a los militantes jeltzales como «independentistas», en tanto en cuando son «nacionalistas» y defienden que los vascos tienen unas «señas de identidad y una voluntad para construir un pueblo de manera diferenciada».

Por último, en declaraciones recogidas por al agencia Efe, el presidente del PNV fue preguntado por la muerte de la suegra de un preso de ETA cuando iba a visitarlo al centro penitenciario de Teruel. Urkullu habló de la dispersión. No la denunció «como concepto», aunque sí criticó que los reclusos de ETA cumplan la condena alejados de sus lugares de origen.

La ‘segura’ ilegalización de ANV

La portavoz de ANV en Vizcaya Arantxa Urkaregi está convencida de que el proceso para ilegalizar a este partido se encuentra «en marcha» aunque dijo desconocer la fecha en la que presumiblemente esa decisión se lleve a cabo. En este sentido, señaló ayer que las reclamaciones realizadas por los partidos políticos a ANV para que condene los últimos atentados de ETA pretenden precisamente «la persecución, criminalización y la ilegalización del sector independentista».