Cruz Roja Castellón ha prestado atención psicológica a 99 inmigrantes en 2007

  • El objetivo ha sido facilitar su integración y la convivencia.
  • La mayoría de los usuarios proceden de Rumanía.
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El programa de atención psicológica de Cruz Roja en Castellón ha atendido este año a 99 ciudadanos inmigrantes para facilitar su integración y apostar "por la mezcla y la convivencia".

La coordinadora de este programa, la psicóloga María López, ha explicado que el "reto" del mismo es "que se pueda trabajar tanto con gente de origen extranjero como con españoles", ya que "se trata de recuperar la vida en sociedad compartiendo y conviviendo normalmente".

Según ha indicado, una vez superada "la euforia" del principio, cuando una persona llega a un país con un proyecto personal, "la gente hace balance de sus expectativas y de la situación que tenía en su país".

360 personas atendidas desde 2004

Desde que el programa, financiado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, se puso en marcha en mayo de 2004, se ha atendido un total de 360 personas.

La mayoría de usuarios son ciudadanos de nacionalidad rumana y de origen sudamericano, y este año "se ha experimentado un repunte de personas procedentes de Argentina", ha explicado la psicóloga responsable del taller.

Aunque en los últimos años se haya producido un aumento significativo de llegada de personas de origen subsahariano, María López ha afirmado que "acuden al taller y a Cruz Roja en menor medida porque tienen un modo de vida itinerante, recorriendo la península en busca de las campañas agrícolas en las que poder trabajar".

Estas 360 personas que han recibido atención, ha explicado la psicóloga, "llevan en España varios años con situación regularizada en su mayor parte".

Es entonces "cuando se dan cuenta de que no se ha cumplido su proyecto de vida en España" y deben enfrentarse a situaciones de soledad, ansiedad, depresión, inseguridad y falta de confianza en ellos mismos.

El "desencanto", ha afirmado López, es un sentimiento de la gente que ya está establecida en el país, con un trabajo e incluso con su familia.

"Se va cerrando el círculo de relaciones personales y la vida se reduce a la jornada laboral y al domicilio, sin dejar lugar a las relaciones interpersonales", ha precisado. CONSULTA AQUÍ MÁS

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