El barrio de Magraners ha celebrado este miércoles, Día de Sant Esteve, la última representación del 'Pessebre Vivent de Lleida', en el que han participado unos 200 figurantes repartidos en los 30 cuadros que lo han conformado.

El rasgo característico del 'Pessebre Vivent' más antiguo de Cataluña es que es ecológico, ya que la mayoría de los elementos que se han utilizado para su construcción son reciclados o reutilizados.

El 'Pessebre Vivent de Lleida', anteriormente conocido como el de Magraners, está organizado por la 'Asociación Ecològico-Cultural de Magraners', Hangar, y se celebra desde 1963 convirtiéndose así en el segundo con más tradición de Cataluña después del de Corbera de Llobregat aunque no fue hasta el año 2000 cuando se introdujeron los elementos ecológicos.

Con bricks y latas de refresco

La peculiaridad de este pesebre radica en el hecho de que la mayoría de sus elementos decorativos están construidos con materiales reutilizados y reciclados. Así, los 31.000 ladrillos existentes han sido elaborados con bricks, y las columnas con latas de refresco. El otro hecho destacable es que el pesebre 'es un proyecto de barrio, según ha destacado el director artístico del pessebre, Ramon Molins.

Este año, los organizadores han introducido algunas novedades como son los cuadros del trillador o el de los Reyes Magos. También han introducido construcciones hechas con abono que pretenden rememorar los orígenes del barrio de Magraners donde muchas de las viviendas fueron construidas mediante esta técnica en sus inicios. "Esta es una forma para que el público fiel que viene cada año se pueda encontrar con sorpresas", ha dicho Molins.

Un trabajo que abarca todo el año

El pesebre es la materialización del trabajo hecho por muchos vecinos del barrio de Magraners durante todo el año. Así, más de 40 personas van preparándolo cada domingo mientras, en la puesta en escena, han participado unos 200 figurantes, vecinos del barrio, repartidos entre los 30 cuadros que se representan, según ha explicado su director artístico.

Con vistas al año próximo, sus organizadores pretenden abrir la participación en el pesebre de gente de otros barrios de Lleida.

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