Por donde pasan, arrasan. Los vándalos no dejan nada en pie a su paso y ahora su nuevo objetivo son los metrosideros, esos frondosos árboles que adornan parte del Paseo Marítimo, símbolo natural de A Coruña.

Los técnicos del departamento de Parques y Jardines denuncian que desde hace semanas encuentran los troncos de estos árboles destrozados, y muchos de ellos «incluso a hachazos».

«Los cortes que sufren los van secando y finalmente mueren. No sabemos qué interés puede tener la gente en destrozar los metrosideros de esta manera», explican los trabajadores, que recuerdan que no es la primera vez que los gamberros la toman con estos ejemplares. La zona con más problemas es la que va desde el hotel Riazor hasta la zona del Playa.

Por tapar las vistas

Los técnicos sospechan que no sólo los vándalos hacen de las suyas. «Creemos que hay vecinos a los que les ‘molestan’ los árboles porque les tapan la vista», dicen.

Sin embargo, reiteran que son los gamberros los que tienen esquilmado el espacio verde de la ciudad. De hecho, según sus datos, cada año se destrozan unos 100 árboles, eso sí, de menor tamaño que los metrosideros.

Entre las reposiciones de jardineras, plantas y árboles, las arcas locales se dejan cada año unos 50.000 euros. «No hay dinero que pague el mantenimiento. Es un trabajo diario, pero lo destrozan y no se ve la dedicación», lamentan.

Las flores vuelan de los jardines

Los metrosideros no son los únicos que sufren. Aunque en un ataque mucho más sutil, las plantas y las flores vuelan de los jardines, según los trabajadores. «Mucha gente, sobre todo señoras mayores, se las llevan para su casa. En una ocasión me encontré a una mujer cogiendo unas flores y al llamarle la atención me dijo: ‘¿Y luego, no las pagamos todos con los impuestos?’», dice un jardinero. Su trabajo, aseguran, no está reconocido y dura muy poco con este ‘terrorismo verde’.

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