En la declaración aprobada, se hace referencia a los cánticos racistas y xenófobos escuchados en El Molinón, procedentes del fondo sur del estadio, en los que se decía que no se quería a jugadores de color.

A esto han sumado que el pasado sábado, durante el entrenamiento del partido del derby contra el Oviedo, se encendieron bengalas, pese a que la introducción de estas en los estadios es "absolutamente ilegal". Un hecho, este último, que ha motivado que la Comisión Antiviolencia califique el hecho de "muy grave" y ha propuesto una sanción de 75.000 euros.

Por este motivo, creen que estos hechos "graves" que se vienen produciendo en el estadio trasladan "una imagen distorsionada de la buena afición del

Sporting y de la ciudad en su conjunto a nivel nacional e internacional", y de ahí la exigencia al club futbolístico gijonés.