Los escolares valencianos recuperan las notas clásicas, y dicen adiós a los poco concretos necesita mejorar y progresa adecuadamente. En concreto, y según han contado fuentes de la Conselleria de Educación a 20 minutos, el nuevo formato supone recuperar las calificaciones de insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente para los alumnos de Primaria, mientras que a los de la ESO se les puntuará además del 1 al 10.

La orden que afecta a los alumnos de Primaria, publicada ayer en el Diari Oficial de la Comunitat (DOCV), supone la adaptación del sistema educativo valenciano a las directivas que establece la Ley Orgánica de Educación (LOE). Sin embargo, como las notas de la primera evaluación ya se han entregado, las nuevas calificaciones no entrarán en vigor hasta la próxima (en primavera).

La medida también se va a implantar en otras comunidades, como Galicia, País Vasco, Asturias, Aragón y Andalucía, aunque ésta última ha sido la primera en introducirla en sus aulas.

Este sistema supone una vuelta a tiempos pasados, en concreto al que tumbó la LOGSE, que introdujo el progresa adecuadamente y necesita mejorar, blanco o negro, sin ningún matiz más. Con las nuevas calificaciones se pretende que los alumnos se esfuercen más a la hora de estudiar, ya que hasta ahora no se distinguía entre quien aprobaba por los pelos y el que sacaba nota.

Crean un nuevo historial

La nueva regulación crea cinco documentos oficiales, entre los que destaca un nuevo historial académico que sustituye al Libro de Escolaridad. En el informe de aprendizaje constará cómo evoluciona el alumno, si se implican los padres, datos médicos...

«Los números crean piques»

«Las notas numéricas tan concretas llevan más al estrés que a un buen desarrollo del alumno». Así piensa la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres (FAPA-Valencia), Gemma Piqué. «A mí, personalmente, me gustan más los progresa adecuadamente y necesita mejorar, porque informan a los padres sobre cómo va su hijo sin crear angustia en los estudiantes», explica. «Lo que sí que me agrada es que se valore el comportamiento, la libreta, la cooperación en clase entre compañeros y la realización de trabajos en grupo», prosigue. En su opinión, los números acaban «picando» a los niños.