Carmen Muñumer, estudiante:

«Todo el mundo trabaja y no recibe propinas». Carmen no suele dejar dinero de más habitualmente. Sólo «de vez en cuando y, especialmente, si el chico es majo». Al repasar sus mayores propinas, esta estudiante de Arquitectura no duda, «habrá sido un euro y en un restaurante».

Ángel González, jubilado:

«Sólo excepcionalmente». Ángel deja propinas cuando coincide «que la vuelta es muy baja». Para este jubilado, «el ego, la atención recibida y la costumbre» son tres de los factores que influyen a la hora de dejar dinero de más en «restaurantes y cafés».

Elena Paredes, madre:

«Según el trato recibido». Para Elena, las cenas y comidas con amigos son dos de los momentos en los que con más frecuencia se deja propina. «La media son dos o tres euros» por velada, que pueden llegar «hasta cinco euros según el número de personas que te acompañan».

José Luis Benavente, economista:

«Sí, en restaurantes, no en cafeterías». Para este trabajador, la propina «depende del trato recibido por el camarero». Además, considera el sabor de la comida y la forma en la que ha sido servida. «Es absurdo lo que ha dicho el ministro de Economía; por un café no se suele dejar propina», dice.