Los nuevos escolares celebran la Navidad en 16 lenguas distintas

En el belén del colegio Múgica del Casco Viejo de Bilbao, de mayoría inmigrante, el niño Jesús es negro y la Virgen brasileña.
Idiomas distintos, manos mestizas, pinturas multicolor, acentos dispares...(U.E.)
Idiomas distintos, manos mestizas, pinturas multicolor, acentos dispares...(U.E.)
Idiomas distintos, manos mestizas, pinturas multicolor, acentos dispares...(U.E.)
Cuando en el ensayo los niños pronuncian la O del Olentzero, abren la boca de oreja a oreja. Son del colegio Múgica del Casco Viejo de Bilbao, de mayoría inmigrante. Aquí conviven 140 alumnos árabes, chinos, latinoamericanos, gitanos, africanos, vascos y más, y más.

Los niños abren la boca muy grande para que ninguna de las 16 lenguas que viven en el centro quede sin pronunciarse. En los colegios donde los autóctonos son una excepción, la Navidad ya es otra cosa.

«En Argelia no hay Olentzero», dice Omaima. «Ya, pero el próximo viernes habrá regalos para todos, ¿a que sí?», responde Susana, su profesora.

Ella está estos días cantando alto y con un piano. Está preparando con los alumnos el espectáculo de Navidad que se celebrará el 21 de diciembre. Alumnos que en muchos casos no sabían ni que existía la Navidad hasta este año.

El 21 de diciembre no es cualquier día. Es Santo Tomás y al colegio Múgica va a llegar un Olentzero con un regalo para cada niño. En el piso de arriba habrá una feria con productos típicos y todos los niños irán vestidos de baserritarras.

Sí, también los que llevan la tez morena, y los que tienen los ojos achinados, y los que estos días están pronunciando sus primeras palabras en castellano. «Porque no son mitad árabes y mitad vascos. Son 100% vascos y 100% marroquíes», explica Susana la profesora.

Las familias latinoamericanas llevarán dulces elaborados con semillas y productos que compran en los comercios de Bilbao La Vieja. Y habrá un belén viviente, con un niño Jesús de piel del color de la tierra, y una virgen que es una niña brasileña, y un José ecuatoriano.

«Celebramos la Navidad como un hecho cultural; no como algo religioso. Así incluimos a todos los alumnos en el grupo», explica Susana. Por eso en las paredes del colegio pone Zorionak escrito en 16 idiomas. Una escuela chiquita donde caben todas las lenguas, como en la boca de los niños cuando cantan la O del Olentzero.

Y el año chino, y el Ramadán...

Como cada pueblo celebra sus fiestas, en el colegio Múgica del Casco Viejo no hay lugar para el descanso. Cuando termine la Navidad, los alumnos se embarcarán en la celebración del nuevo año chino. También se festeja el Ramadán a principios de curso.

Entonces, las familias musulmanas llevan al colegio pasteles típicos de la cultura árabe y los comen todos los alumnos y profesores del centro. Pero hay más cosas. Por ejemplo, hay talleres en los que los padres y madres cuentan cuentos de su tierra, en su idioma natal.

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