El año 2017 podría acabar como uno de los tres años más secos de los últimos 80 años en Castilla y León y uno de los tres más cálidos de los últimos 70, a falta de que se confirmen los datos de diciembre, que sí presenta unos valores de precipitaciones "normales" y que podría atenuar esta posición histórica.

De acuerdo con los datos facilitados este miércoles por el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunidad, Juan Pablo Álvarez, los registros de precipitaciones en lo que va de año, con uno de los abriles más secos -mes en el que tradicionalmente se alcanzan altos valores pluviométricos-, obligan a remontarse hasta 1938 para encontrar un ejercicio parecido, en tanto que en el caso de las temperaturas habría que retrotraerse hasta 1948.

Horas antes de que se inaugure el invierno -a las 17.28 horas del jueves-, Álvarez ha realizado balance del otoño que termina, una estación caracterizada por la estabilidad con altas presiones atlánticas que únicamente han permitido de manera ocasional la entrada de perturbaciones, con escasos días de precipitación y valores acumulados "extremadamente inferiores a lo normal".

Por su parte, las temperaturas máximas han sido "extremadamente superiores a lo normal", en tanto que las mínimas se han situado, salvo en zonas del sur, por debajo de lo esperado, con numerosos días de helada.

En cuanto al invierno que comienza, el delegado de la Aemet en la Comunidad ha avanzado una mayor probabilidad de temperaturas superiores a lo habitual, especialmente en enero y marzo, sin diferencias significativas en lo pluviométrico, con valores "normales" que podrían ser superiores en la zona norte y oeste de la Península por la llegada de borrascas al continente europeo que a penas traspasarán a la geografía nacional. Sólo el norte y occidente de la región podría beneficiarse de este incremento de las precipitaciones, ha señalado.

En cuanto al periodo navideño, Juan Pablo Álvarez ha asegurado que el anticiclón se mantendrá hasta el día de Navidad, 25 de diciembre, a partir del cual entrará un frente de precipitaciones que afectará a toda la Comunidad hasta fin de año y que podría dejar nevadas en cotas bajas, aunque sólo se espera una acumulación de nieve importante en cotas altas.

RESUMEN DEL OTOÑO

La temperatura media registrada en septiembre, octubre y noviembre deja un otoño cálido que ha llegado incluso a ser muy cálido en zonas del oeste y sur de la Comunidad, con valores un grado por encima de su promedio en el treintenio 1981-2010.

Han sido las temperaturas máximas las responsables de este comportamiento (2,7 grados por encima de la media hasta igualar el valor del mismo periodo de 1948), puesto que los registros nocturnos se han situado por debajo de su valor esperado (0,8 grados menos) durante gran parte del periodo.

Septiembre tuvo carácter normal, pero fue frío en el este y el extremo norte de Castilla y León, mientras que en el oeste de la meseta de Zamora y en el valle del Tiétar fue cálido. La temperatura más alta se registró el día 6 en este valle con 36 grados, si bien el día 5 se alcanzaron de forma generalizada los valores más altos, por encima de 30 grados en la mayor parte de la Comunidad. El día más frío fue el 16, con máximas inferiores a 20 grados y mínimas que en general no superaron los cinco grados, con un promedio de 2,6 y un valor extremo de -2,6 en Sanabria (Zamora).

Octubre, por su parte, fue extremadamente cálido en el sur, oeste y noroeste de Castilla y León, mientras que en el centro y el este fue muy cálido, con tres grados por encima del promedio de la temperatura media. Se trata del segundo octubre más cálido después de 2014, aunque en algunos observatorios de León y Ponferrada se ha establecido un récord y en Soria y Segovia se ha igualado. La temperatura media diurna ha marcado máximos en todos los observatorios, con 5,5 grados de medio por encima del promedio, en tanto que la mínima estuvo muy próxima a lo normal con notables oscilacines. Así, en los días centrales hubo valores superiores a los 18 grados en zonas del sur en tanto que a finales hubo numerosas heladas. El valor más bajo se registró en Vegarienza (León) con -6 grados el día 31

Noviembre fue normal en cuanto a temperatura media, ya que las temperaturas diurnas y nocturnas tuvieron un comportamiento opuesto en la misma proporción, lo que equilibró los registros. Así, las máximas estuvieron por encima de lo normal salvo en los últimos días y los valores nocturnos por debajo de lo normal. La máxima se registró el día 1 en Candeleda (Ávila) con 23,8 grados y la mínima el día 30 en El Puente (Zamora) con -9,9. En este mes hubo 16 días de helada.

En la mayor parte del trimestre, las temperaturas máximas se situaron por encima de lo esperado, en concreto diez grados por encima de su promedio entre el 20 de septiembre y el 17 de octubre, con valores que en algunos casos llegaron a ser los más altos de su serie histórica. Las mínimas, por su parte, tuvieron valores más cercanos a su promedio, con un largo episodio frío entre el 5 y el 22 de noviembre, al tiempo que destaca la importante oscilación térmica diaria, en torno a 20 grados, entre los días 8 y 14 de octubre.

PRECIPITACIONES

En el periodo otoñal se han registrado precipitaciones entre 35 y 66 litros por metro cuadrado, con un déficit que se sitúa en torno al 70 por ciento. Las más bajas se han dado en el sur y este de la provincia de Valladolid y zonas limítrofes, mientras que con valores superiores a 150 litros por metro cuadrado sólo ha estado el extremo norte de Burgos y áreas próximas a Picos de Europa. Se trata, por tanto, de un otoño extremadamente seco y el de menor precipitación desde 1951, de acuerdo con los datos de Aemet.

Por meses, septiembre fue muy seco en la mayor parte de la Comunidad y extremadamente seco en el cuadrante suroeste, en algunos casos se batieron récords de sequía, con las excepciones de norte de Burgos y Picos de Europa, donde fue normal o húmedo y muy húmedo en la zona fronteriza con el valle cántabro del Pas.

En octubre, la aproximación del ciclón Ophelia trajo perturbaciones atlánticas y precipitaciones generalizadas, a pesar de lo cual se mantuvo como un mes muy seco, con un promedio de tres días de precipitación y un déficit mensual del 80 por ciento.

Si bien noviembre fue el mes otoñal con mayores registros pluviométricos, volvió a dejar déficit de precipitación en torno al 45 por ciento. Los registros fueron normales en el tercio oeste y norte, mientras que en Soria, Segovia y sur de Burgos fue muy seco. De nuevo, únicamente el norte de Burgos tuvo un mes húmedo, con 500 litros por metro cuadrado acumulado en las cercanías del valle del Pas.