Tras los últimos actos vandálicos que se han registrado en el barrio del Arrabal, Cubero ha informado de que está tratando de "marcar una cita con los vecinos", pero ha precisado que la quema de contenedores "es habitual y no se detecta un mayor número de incidentes".

No obstante, ha abundado en que es un delito "por el volumen económico que conlleva y es competencia de la Policía Nacional evitar la quema de contenedores", ha recalcado.

En declaraciones a los medios de comunicación ha contado que se estudian medidas, para explicar que los contenedores ignífugos de material metálico "generan molestias" a los vecinos en los momentos de descarga por lo que es una opción "desechada", mientras que los soterrados cuestan 26.000 euros frente a los 900 euros del coste de los contenedores de superficie de plástico.

"Es un coste inasumible" ha enfatizado porque en la ciudad hay cerca de 8.000 contenedores y a ese precio supondría desembolsar 200 millones de euros que es casi un cuarto del presupuesto municipal, ha expuesto.

Las fórmulas que se estudian atañen a la ubicación de los distintos contenedores dentro de la isla en la que están colocados de modo que los que tengan más posibilidades de que prenda el fuego se sitúen en el centro para que las llamas no se extiendan a los vehículos próximos que es lo que hace multiplicar los efectos a los bienes de los vecinos.