Europa ya tiene el Tratado que suple a la fallida Constitución

La Presidencia se prolongará dos años y medio, en lugar de seis meses. Hasta 2014 no se votará con la doble mayoría.

Después de siete años de tensas negociaciones y un proyecto de Constitución Europea fracasado, los líderes de los 27 países de la Unión Europea firmaron ayer en Lisboa el Tratado de Reforma, que pretende mejorar el funcionamiento de sus instituciones y fortalecer la posición de Europa en el mundo.

«El Tratado recoge lo mejor del patrimonio europeo para conseguir una Europa más moderna, más eficaz y más democrática», dijo el primer ministro portugués y presidente de turno de la UE, José Sócrates.

La delegación española, por su parte, dijo que «el texto recoge la sustancia del Tratado Constitucional que aprobaron los españoles en referéndum». España sometió a consulta el Tratado el 20 de febrero de 2005. El 76,7% votó a favor, mientras que un 17,2 lo hizo en contra. Hubo una abstención del 57,67%.

Prueba de fuego

En la ceremonia de la firma todo eran críticas positivas al nuevo Tratado, pero ahora éste deberá pasar la prueba de fuego donde naufragó el Tratado Constitucional: la ratificación de los países.

Parece ser que en esta ocasión no habrá demasiados problemas, ya que los ciudadanos no tendrán la oportunidad de opinar sobre el nuevo Tratado, y casi todos los socios llevarán a cabo este proceso a través del trámite parlamentario, donde tienen prácticamente asegurado su voto favorable. En  Irlanda deberá votarse por ley en consulta, mientras que en otros países como Dinamarca o el Reino Unido, donde existen presiones para la convocatoria de una consulta popular, sus dirigentes parecen descartarlo.

Ante estos posibles escollos, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidió a los gobiernos de los países miembros «valentía» a la hora de  ratificar el Tratado.

Un proceso lleno de obstáculos

Tras el fracaso del Tratado Constitucional, la Unión Europea se enfrentó a una de las crisis más importante de su historia y más complicadas de solucionar. De cara a la Cumbre de Bruselas, en junio de 2007, y tras seis meses de conversaciones secretas, Angela Merkel, canciller alemana y presidenta de turno de la UE, presentó una ‘hoja de ruta’ para salvar el Tratado Constitucional Europeo. Después de días de duras negociaciones, en las que el principal obstáculo fue Polonia, los 27 países miembros consiguieron llegar a un acuerdo para redactar un nuevo Tratado Europeo.

De la constitución fallida al tratado de Lisboa

Tratado de Lisboa. Un texto menos ambicioso

El texto firmado no es un tratado único ni constitucional que sustituya a los demás tratados, sino que es una serie de enmiendas a los existentes. Crea un nuevo sistema de votación en el que los países más poblados ganan peso.

Presidencia. Creación de un presidente del Consejo Europeo renovable cada dos años y medio.

Política exterior. El término de ministro de Exteriores se sustituye por Alto Representante.

Derechos. Sólo menciona la Carta de Derechos Fundamentales, aunque será vinculante.

Sistema de votaciones. Se aplaza la doble mayoría hasta noviembre de 2014 para satisfacer a Polonia.

Símbolos. Desaparece toda mención a los símbolos de la UE (himno, bandera y lema).

Constitución Europea. Un proyecto común fracasado

Iba a reemplazar  a los anteriores tratados. Fue ratificada por 18 Estados miembros, pero el proyecto cayó en papel mojado tras los ‘noes’ de los referendos de Francia y Holanda  y las posiciones reticentes de Polonia, Reino Unido, y República Checa.

Presidencia. El texto contemplaba una Presidencia a largo plazo, en vez de la actual rotatoria.

Política exterior. PProponía el cargo de ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Europea.

Derechos. La Carta de Derechos Fundamentales ocupaba toda la segunda parte.

Sistema de votaciones. Doble mayoría: 55% de Estados que representen el 65% de la población.

Símbolos. Mencionaba los símbolos de la UE incluyendo como himno la Novena Sinfonía.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento