La promoción de 380 viviendas se entregó sin que la constructora responsable de hacer los exteriores de la urbanización construyera los canales para conectar los desagües con la red de saneamiento general, según explicó la presidenta de la comunidad de vecinos de la fase A, Máriam Machado.

 

«Hicieron una chapuza. Pusieron bombas en las alcantarillas para aspirar las aguas fecales, que acabaron por calarse en los bajos y los trasteros de los bloques», denuncia Machado. Así, Emasagra envía dos veces al mes un camión cisterna para desaguar las bombas.

 

«No entendemos cómo el Ayuntamiento dio la licencia de primera ocupación con este problema».

 

Los vecinos se manifestarán mañana para exigir una solución a los desagües, pero también al estado de abandono en el que se encuentran los jardines públicos, que «están secos porque desde que se pusieron hace un año no se han preocupado por poner en funcionamiento el sistema de riego».