Urgencias asiste cada fin de semana a 20 jóvenes ebrios

Suele tratarse de adolescentes de 15 a 18 años que llegan con intoxicación etílica y a veces con signos de haberse peleado. En Navidad aumentan los casos.
Los adolescentes aragoneses le están perdiendo cada vez más el respeto al alcohol. Los servicios de urgencias de los hospitales y centros de salud de Zaragoza asisten cada fin de semana a una veintena de jóvenes que llegan con intoxicaciones etílicas y en algunos casos incluso con signos de haberse peleado, según confirmaron diversas fuentes médicas consultadas por 20 minutos.

Sólo el hospital Miguel Servet, centro de referencia para la ciudad, recibe a una media de 6 a 10 jóvenes cada fin de semana, entre viernes y sábado. A éstos habría que sumar los que acuden a los otros tres hospitales y a los centros de atención continuada y centros de salud. La mayoría son adolescentes y jóvenes de 15 a 18 ó 20 años que llegan de madrugada y presentan un cuadro típico de intoxicación etílica.

Y la situación tiende a empeorar aún más durante los fines de semana de diciembre debido a las vacaciones escolares y las celebraciones navideñas. «Se suele tratar de chavales conflictivos a los que es complicado tratar porque se ponen violentos», explica un médico de urgencias. En la mayoría de los casos son menores de edad que llegan con una elevada tasa de alcohol en sangre.

Según las últimas encuestas realizadas por el Departamento de Salud de la DGA, el 54,5% de los jóvenes reconocen haberse emborrachado en el último mes. En sólo ocho años, el consumo abusivo de alcohol entre la juventud ha aumentado un 17,4%. Y la edad tiende a disminuir. Ya beben y se emborrachan chicos y chicas de 13 y 14 años.

Les dejan en la puerta

La mayoría de las veces son los propios amigos los que llevan al joven ebrio hasta el hospital. Sin embargo, en algunas ocasiones les dejan en la puerta de urgencias y se van porque no quieren meterse en líos. «Nosotros llamamos a los padres del menor para que se hagan cargo y eso a los amigos nos les hace gracia», explican los sanitarios.

El tratamiento para asistir a los jóvenes suele ser simple. Se les pone un gotero y se les deja dormir hasta que sus familias o amigos pueden llevárselos a casa.

«Se emborrachan en media hora»

Los jóvenes que se emborrachan suelen llegar a los servicios de urgencias de madrugada, pero no muy tarde. «Llegan medio dormidos y a veces casi inconscientes; se emborrachan en muy poco tiempo, en menos de media hora y mezclando bebidas», explican los sanitarios. En Navidad atienden también a jóvenes de más edad que se pasan en las celebraciones.

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