En el primer trimestre de 2008, unos 1.003 hórreos y paneras del concejo de Gijón podrían estar protegidos. El Ayuntamiento maneja una lista provisional, aún sin aprobar, con la que se redactará en tres meses el nuevo catálogo urbanístico de la ciudad.

Se someterán además a especial protección otros 865 edificios de la ciudad con un singular valor patrimonial, así como zonas ajardinadas, yacimientos arqueológicos y construcciones etnográficas o de la época industrial.

Con este nuevo catálogo se prohibirá el derribo y alteración de aquellos edificios que sean característicos de la ciudad. Estas construcciones podrán ser reformadas, pero llevando a cabo un estudio individualizado. El actual listado data de 1983 y tiene unos 3.000 elementos. En él se incluyeron, sobre todo, edificaciones anteriores a la guerra civil y sólo 80 hórreos.

El Ayuntamiento ya tiene en su poder el catálogo provisional de edificios susceptibles de ser calificados como protegidos, que le encargó redactar a la empresa Dolmen. Pedro Sanjurjo, concejal de Urbanismo, lo calificó como «exhaustivo y laborioso». Pese a ello, quiso resaltar que la lista no es definitiva y puede sufrir alteraciones hasta que se apruebe.