Las cinco Denominaciones de Origen vitivinícolas gallegas han mostrado su oposición a la reforma del vino planteada por la Organización Común de Mercados (OCM) en la Comisión Europea, ya que la consideran "extremadamente perjudicial" para los vinos de calidad que producen.

Los productores gallegos han alertardo de que la liberalización de las plantaciones conduciría a la destrucción del tejido productivo de las D.O. gallegas, que da trabajo a más de 18.000 viticultores. En este sentido, se está poniendo en "grave peligro" el mantenimiento de la estructura socio-económica de numerosas regiones de la Unión Europea.

Los presidentes de las cinco Denominaciones de Origen gallegas han asegurado que, de aprobarse la reforma, tendría unos efectos "desestabilizadores" y conduciría a la "destrucción" del tejido productivo de las D.O. gallegas, "que en la actualidad está económicamente saneado y no requiere de fondos comunitarios".

"Auténtica catástrofe"

Asimismo, advirtieron de que la propuesta realizada por Bruselas no soluciona los problemas reales del sector y que, al mismo tiempo, ataca las bases fundamentales de los sistemas europeos de denominaciones de origen que vertebran la producción de vinos de calidad.

De hecho, los presidentes de los Consejos Reguladores consideraron que esta medida podría causar una "auténtica catástrofe" económica y podría "desestabilizar" muchas de las D.O. existentes en España. En Galicia, esta medida afectaría a un total de 18.000 viticultores y a 475 bodegas, que en 2007 registraron una producción de 41.721.995 kilos en sus 9.519 hectáreas.

Finalmente, los presidentes de Rías Baixas, Ribeiro, Ribeira Sacra, Monterrei y Valdeorras insistieron en que, si el sector vitivinícola europeo tiene un problema de excedentes, no es por el papel desempeñando por las Denominaciones de Origen que, "al contrario, son quienes están resolviendo el problema con su esfuerzo de calidad y de comercialización interior y de exportación".