Al menos dos niños han muerto y otros 21 han resultado heridos este martes, a las 9.45 h. (hora local), después de que un vehículo se empotrara contra su clase en una escuela de Primaria prefabricada en la ciudad australiana de Greenacre, en Sídney.

Fuentes médicas han indicado que los dos niños, de ocho años, fallecieron poco después de ingresar en estado crítico en un hospital de la ciudad, agregando que otros cinco también fueron ingresados. El resto han sido atendidos en el lugar del suceso.

La profesora también resultó herida.

La conductora del vehículo, de 52 años y que ha resultado ilesa, ha sido trasladada a un hospital para realizarla pruebas de sangre y orina para comprobar si conducía bajo los efectos del alcohol o las drogas.

Las autoridades no creen que el accidente haya sido intencionado.

Un testigo, un padre cuya hija también acude a esa escuela, declaró a medios locales que "iba a subirme al coche para irme cuando escuché a los niños chillando. Corrí por la carretera y había un gran agujero en el edificio. Los profesores, todos, corrían alrededor. Había sangre y niños en el suelo, tirados y gritando. La conductora estaba en estado de shock".

Este padre, junto con otros testigos, colaboraron para levantar el coche bajo el que había atrapado un niño.

La superintendenta del Servicio de Ambulancias de Nueva Gales del Sur, Stephanie Radnidge, ha señalado que los niños fallecidos presentaban politraumatismos, según ha informado la cadena de televisión local ABC.

Asimismo, ha indicado que la situación era "bastante caótica", agregando que la clase "era la escena de una carnicería". "Somos seres humanos, pero estamos muy entrenados y se dio la mejor atención a los heridos", ha manifestado.

* Una oficial de policía abraza a una niña después del accidente de vehículo donde murieron dos menores. (EFE/DEAN LEWINS)